Nombrado hace tan solo tres semanas, Drucker es el último político en presentar su renuncia ante las protestas ciudadanas por el caso del periodista asesinado Jan Kuciak.
PUBLICIDADLas protestas ciudadanas en Eslovaquia se siguen cobrando cargos políticos. El ministro de Interior, Tomas Drucker, presentó este lunes su dimisión tan solo tres semanas después de aceptar el cargo como consecuencia de la enorme presión que está ejerciendo la calle a raiz del caso Jan Kuciak.
El asesinato de este joven periodista y de su novia desencadenó una ola de protestas sin precedentes que desembocaron recientemente en la dimisión del primer ministro eslovaco, Robert Fico y en la del ministro de Interior, Robert Kalinak.
Este mismo domingo miles de personas volvían a salir a la calle en Bratislava para exigir la dimisión del jefe de policía, Tibor Gaspar, a quien acusan de imparcialidad en las investigaciones del asesinato de Kuciak. El ya exministro de Interior Toomas Drucker no consideraba justa la destitución de Gaspar, razón por la cual ha sido él mismo el encargado de dar un paso a un lado. Gaspar, por su parte, sigue en su puesto.
Con la salida de Drucker se desmorona un poco más un Gobierno al que muchos acusan de estar ocultando toda la verdad. Y es que el joven Kuciak, asesinado de un disparo en el pecho, se encontraba investigando la posible relación entre la mafia italiana y la cúpula empresarial y política de Eslovaquia.
El Gobierno ha insistido varias veces en que hace todo lo posible para esclarecer lo ocurrido y en que no existe ningún tipo de interferencia en el caso, pero eso no ha convencido a una ciudadanía dispuesta a ir hasta el final para hacer justica con Jan Kuciak, su nuevo héroe nacional.