Se trata de la primera vez que se accede a los restos de las víctimas por una orden judicial.
Este lunes comenzaron los trabajos preliminares de la primera exhumación en el Valle de los Caídos por una orden judicial. La primera etapa consiste en analizar el estado del osario, para determinar el acceso a la zona donde se encuentran los cuerpos de cuatro víctimas de la Guerra Civil. Sus familiares, que no pudieron entrar en el recinto, temen que los restos estén demasiado deteriorados. Euronews entrevistó a Miguel Ángel Capapé, Director de la Asociación promemoria histórica de Aragón y marido de la nieta de una de las víctimas.
Después de 10 años de lucha, la exhumación no se tiene que limitar a los hermanos Lapeña sino para todos los familiares.
Director de la Asociación por la Recuperación e Investigación contra el Olvido
Los cuerpos pertenecen a dos caídos en las filas franquistas, Pedro Gil Calonge y Juan González Moreno, que murieron por heridas de bala durante la guerra, en 1937 y 1938, respectivamente, y Manuel y Antonio Ramiro Lapeña Altabás, del bando republicano, fusilados en Calatayud en 1936.
Una sentencia de hace dos años obligó a Patrimonio Nacional a facilitar la exhumación de los restos, lo que abrió una vía más sencilla para conseguir otras exhumaciones simplemente mediante una reclamación documentada, cerrando así una brecha histórica.