El Dáesh reivindica la autoría del ataque de Lieja

Emotivo minuto de silencio en la ciudad belga de Lieja, en duelo por las tres víctimas mortales, dos mujeres policía y un estudiante, del ataque cometido este martes.
El Departamento de Policía ha publicado la imagen de las dos agentes, Soraya Belkacemi y Lucille García. Benjamin Herman, con un largo historial delictivo desde la adolescencia, las agredió con un cuchillo y las remató en el suelo con el arma de una de ellas.
Luego disparó contra Cyril Vangriecken, un joven de 22 años sentado en el asiento de copiloto del coche que conducía su madre.
A continuación, el agresor tomó como rehén a una mujer de la limpieza en una escuela cercana, que ha contado que le dijo que quería "cocer" a los policías, y que al enterarse de que ella era musulmana, le aseguró que no le haría daño. Al salir de allí, murió por disparos de la policía.
Este miércoles la agencia de noticias Amaq, afiliada al Dáesh, afirmaba que el joven atacante era "un soldado del califato", y que actuó en respuesta a sus llamadas para actuar contra los países de la coalición.
Mientras, los ciudadanos hacen cola para firmar en el libro de condolencias instaldo en el ayuntamiento y recuerdan con flores y velas a las agentes en las proximidades de un café, el lugar donde fueron asesinadas.