Los migrantes del Aquarius, desembarcados en Valencia, iniciarán en los próximos días los trámites administrativos para solicitar asilo. El proceso se anuncia complicado y podría acabar con la repatriación a sus países.
De las 630 personas que desembarcaron el domingo en el puerto español de Valencia, algunas han sido trasladadas al hospital para recibir tratamiento médico, mientras otras han sido llevadas a centros de acogida en la ciudad y sus alrededores.
Debido a lo que han atravesado, el Gobierno español les ha otorgado un permiso especial para permanecer en el país durante 45 días. Después, según el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, serán tratados de acuerdo con las leyes españolas sin excepción.
Se espera que pidan asilo en España. En los próximos días serán recibidos para que cuenten sus historias y expliquen por qué abandonaron sus países. Si sus solicitudes son denegadas, serán repatriados.
Francia va a enviar un equipos de expertos para analizar algunas solicitudes. Si entre los demandantes hay personas que tienen relación con Francia, que hablan francés o desean ir a ese país, podrían ser aceptados en territorio francés.
Este será un proceso complicado, que requerirá tiempo y paciencia. Una nueva odisea para los migrantes del Aquarius, después de todo lo que han vivido los últimos días en el mar.