El ministro transalpino viaja al país árabe para reactivar un acuerdo de 2008 y conseguir la ayuda de Trípoli a cambio de inversiones económicas
PUBLICIDADItalia busca soluciones a la llegada de inmigrantes fuera de sus fronteras. Su ministro de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi, ha viajado hasta Trípoli para intentar reactivar un acuerdo de 2008 que permite a Roma devolver a Libia a quienes llegan a sus costas. La moneda de cambio son millones de euros en inversiones.
"Esta visita es el inicio de una cooperación más intensa, y esperamos poder trabajar con el Gobierno libio. Para nosotros la estabilidad y la paz en Libia son esenciales para el equilibrio en la región, en el Mediterráneo y, por lo tanto, está dentro de nuestro interés directo, no solo como Italia, sino también como Unión Europea", ha dicho el representante de la diplomacia italiana tras su reunión con su homólogo libio, Mohamed Siala.
El nuevo Gobierno italiano, una coalición entre populistas y extrema derecha, ha iniciado una política de rechazo a la inmigración que ya le ha granjeado enfrentamientos con socios comunitarios. Según Naciones Unidas, unas mil personas han muerto en el Mediterráneo en lo que va de año tratando de alcanzar Europa. Una de cada seis de las que lo intentaron desde Libia pereció en el intento.