Cuatro años después de su abdicación, un nuevo escándalo de enormes proporciones salpica al rey emérito. Las acusaciones de su antigua "amiga entrañable" golpean en la línea de flotación a la monarquía.
PUBLICIDAD16 de julio de 2018. Club náutico de Sanxenxo, Pontevedra. Un todoterreno plateado se dirige al aparcamiento. Durante una hora, una nube de fotógrafos esperan pacientemente cámara en ristre a que salga el ocupante, pero Don Juan Carlos no sale del coche. Cuando le comunican que la regata en la que va a participar se ha anulado por falta de viento, arranca sin cruzar palabra con nadie.
Sus allegados afirman que está al límite desde el 11 de julio, fecha en la que el diario El Español publicó el contenido de unas cintas de 2015 donde Corinna zu Sayn-Wittgenstein asegura que Juan Carlos I la usó como testaferro para comprar terrenos en Marrakech y que tenía cuentas en Suiza a nombre de su primo, Álvaro de Orléans y Borbón.
En las grabaciones, su otrora "amiga entrañable" cuenta a sus interlocutores, el comisario José Manuel Villarejo y el empresario Juan Villalonga, que el rey quiere recuperar sus posesiones, pero Corinna explica que acceder a sus pretensiones supondría cometer un delito: "Lo han hecho con dos o tres cosas y están poniendo muchísima presión. Por ejemplo: mandarle dinero o darle cosas, eso es blanqueo".
Corinna revela también que "el rey se acogió a la amnistía fiscal de Montoro" en 2012.
La relación de la empresaria con el rey saltó a la luz pública a raíz del accidente que Juan Carlos I sufrió en Botswana en 2012, cuando se encontraba con ella en una cacería.
Si entonces el rey se vio obligado a pedir perdón a sus compatriotas, hundidos en una gravísima crisis económica, este nuevo escándalo parece tener poco arreglo, y la onda expansiva alcanza ahora de lleno al reinado de Felipe VI, que tampoco vive sus mejores momentos entre el encarcelamiento de su cuñado y las trifulcas familiares.
¿QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE LAS FILTRACIONES?
Cuando el comisario José Manuel Villarejo fue detenido el pasado noviembre por presuntos delitos de organización criminal, cohecho y blanqueo de capitales, muchos políticos y empresarios se echaron a temblar. El llamado "policía de las cloacas" tiene una amplia experiencia sacando trapos sucios. Lo que pocos imaginaban es que el bombazo sacudiría tan de lleno a la familia real.
En junio del año pasado, viendo que la justicia se interesaba por sus empresas, Villarejo concedió una entrevista televisada que muchos interpretaron como amenazas más o menos veladas contra todos sus enemigos, especialmente contra el director del CNI, Félix Sanz Roldán.
VILLAREJO TIRA DE LA MANTA
En aquella entrevista, el comisario aseguró que Corinna le contó cómo Sanz Roldán amenazó a la princesa con no poder garantizar su seguridad ni la de su familia si no accedía a devolverle unos documentos sensibles que el rey le habría entregado.
También confirmó que los gobiernos de PP y PSOE le han encomendado durante muchos años operaciones secretas, y que de permanecer en prisión, los audios de Corinna serán solo la primera entrega de una serie de documentos que desbaratarán instituciones y provocarán un seísmo sin precedentes en el país.
PRIMERAS CONSECUENCIAS DEL CORINNA GATE
La primera reacción política ha sido la de Unidos Podemos, que ha pedido que el Rey emérito dé explicaciones en el Congreso.
Por el momento, el Gobierno socialista de Pedro Sánchez se ha limitado a confirmar que no publicará la lista de defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal de 2012 y no ha revelado si Hacienda emprenderá alguna investigación al respecto.
Según algunos expertos en el asunto, la protección del rey frente a investigaciones solo le ampara durante el tiempo de su mandato, entre el 22 de noviembre de 1975 y el 19 de junio de 2014.