Las fuertes lluvias caídas en Volgogrado provocaron daños en el estadio de la ciudad, construido para la Copa del Mundo este domingo, mientras en Moscú se celebraba la final.
Por los pelos. El flamante estadio de Volgogrado ha conseguido pasar el Mundial sin mayores problemas, sin embargo el día de la final, el pasado domingo, uno de los terraplenes exteriores se derrumbó debido a las fuertes lluvias.
También se produjeron daños en algunas infraestructuras del interior del estadio, que tardarán "semanas" en repararse.
El Volgograd Arena tiene capacidad para 45.000 espectadores y costó 16 millones de rublos (219 millones de euros). Ocho equipos disputaron partidos en este estadio que se encuentra a unos pocos metros del Volga.
Como en cualquier gran evento, tras la resaca llega el momento de preguntarse qué ocurrirá con las infraestructuras construídas para el Mundial de Rusia.