Un grupo de 12 artistas ha regresado al campo de refugiados de Al-Yarmuk, en el sur de Damasco, en Siria, en gran parte abandonado tras siete años de guerra civil. Quieren dibujar esperanza y esperan que pronto este campo vuelva a estar lleno de vida.
Color, no escombros. Un grupo de 12 artistas ha regresado al campo de refugiados de Al-Yarmuk, en el sur de Damasco, en Siria, en gran parte abandonado tras siete años de guerra civil. Quieren dibujar esperanza y esperan que pronto este campo vuelva a estar lleno de vida.
"Nuestro objetivo es devolver la vida a este lugar, que está casi muerto. El arte es vida, cuando pintamos algo le damos vida", ha dicho la joven artista Mais Khalouf.
Este campo se construyó hace 60 años y albergaba a refugiados palestinos. Durante el conflicto sirio fue tomado por el grupo terrorista Estado Islámico. Las tropas del presidente Bachar al Asad retomaron el control en mayo de este año.