En Alemania, la policía trata de desalojar a un grupo de ecologistas del bosque de Hambach, un espacio natural milenario con una rica biodiversidad. El conglomerado energético alemán RWE pretende arrasar 100 hectáreas para la explotación de lignito.
PUBLICIDADEn Alemania, la policía trata de desalojar a un grupo de ecologistas del bosque de Hambach.
Ubicado entre Colonia y Aquisgrán, en el oeste de Alemania, este bosque milenario tiene una rica biodiversidad.
Los activistas viven en cabañas construídas en los árboles y han ocupado el bosque para impedir que se convierta en una mina a cielo abierto de lignito, uno de los combustibles fósiles más contaminantes.
"Este bosque es todo un símbolo, dice Julia Brinner, activista de "Forest Defenders". Lleva ocupado desde hace 6 años y se ha convertido en un símbolo de resistencia contra el lignito y de la lucha contra el cambio climático."
"A veces hay que correr riesgos, ocupar y resistir ante lo que te destruye no solo a ti, sino también al planeta, dice este joven ecologista, portavoz de 'Ocupa el Bosque de Hambach'. En este caso, la mina de lignito que destruye el planeta con sus emisiones de Dióxido de Carbono (CO2)".
El conglomerado energético alemán RWE es propietario del bosque y declara que tiene planes de arrasar 100 hectáreas a mediados de octubre para "asegurar el suministro de energía en la región".
"Tuvimos que salir del bosque en un coche de policía- dice Erhard Nimtz, portavoz del alcalde de la ciudad de Kerpen- y de repente dos enmascarados nos atacaron arrojándonos cócteles Molotov. Pasamos miedo."
El bosque de Hambach, ha sido comparado a la resistencia en Francia contra la construcción del aeropuerto de Notre Dames de Landes .
Las autoridades insisten en que se trata de una ocupación ilegal acusan a los activistas de ser 'violentos'.
La fuerzas del orden, que tratan de desalojar a los activistas desde el pasado jueves, han utilizado cañones de agua y disparos de advertencia.