Los Mossos cargan para evitar la toma del Parlament. Cientos de radicales independentistas trataron de asaltar la cámara catalana al final de las conmemoraciones del 1-O. Los Mossos d'Esquadra cargaron para retomar el control.
PUBLICIDADMossos d'Esquadra cargando contra manifestantes que intentaban asaltar el Parlament de Cataluña. Son las imágenes menos festivas que nos ha dejado este 1 de octubre, que empezó como conmemoración soberanista y acabó en enfrentamientos entre la Policía de la Generalitat y los sectores más radicales del independentismo.
Las cargas tuvieron lugar en dos puntos, frente a Jefatura Superior de la Policía Nacional en Via Laietana y en el Parlamento regional, donde cientos de concentrados trataron de quitar las vallas y acceder a la cámara. De los heridos, 32 fueron Mossos.
Los manifestantes, muchos de ellos encapuchados, gritaron "República o dimisión" al gobierno de Quim Torra, al que tachan de blando y de no respetar el supuesto mandato del 1 de octubre.
Fue el colofón de una jornada, pacífica hasta entonces, en la que alrededor de 180.000 personas marcharon por Barcelona para reivindicar el referéndum ilegal de "autodeterminación" de hace un año.
Por la mañana Torra había invitado a los sectores más radicales y a los denominados Comités de Defensa de la República, próximos a la CUP, a seguir apretando y, de hecho, la tensión fue in crescendo hora tras hora hasta desembocar en los acontecimientos del Parlament, reflejo de la ruptura entre esos sectores y el independentismo más moderado, que no quiere que la violencia empañe la imagen del movimiento.
