Después de perder fuerza durante los últimos días pasando de categoría 5 a 3, el huracán Willa tocó tierra el martes por la noche en el noroeste del estado de Sinaloa.
Caminos secundarios cerrados por árboles caídos, inundaciones, daños en casas y cortes de luz y agua son las secuelas que ha dejado el huracán Willa tras golpear el Pacífico mexicano. Después de perder fuerza durante los últimos días pasando de categoría 5 a 3, el huracán Willa tocó tierra el martes por la noche en el noroeste del estado de Sinaloa. No dejó víctimas gracias a las previsiones del Centro Nacional de Huracanes.
Las autoridades confirmaron que 13.000 personas fueron evacuadas. Pero los daños materiales son cuantiosos y varias poblaciones en los estados de Sinaloa, Nayarit y Jalisco quedaron incomunicadas. El municipio de Escuinapa, de 30.000 habitantes, fue uno de los más afectados. En esta población el huracán dejó daños en viviendas, en una iglesia y en el hospital general. Más de 2.000 personas de las aldeas costeras de la comunidad que habían sido desalojadas ya han empezado a regresar a sus casas. Tras tocar tierra, Willa ya ha dejado de ser huracán para convertirse en tormenta tropical.