El presidente peruano, Martín Vizcarra, ha negado que el expresidente Alan García sufra persecución política. El mandatario ha explicado el caso a su homólogo uruguayo para que tenga todos los elementos para decidir si le concede o no asilo político.
El Gobierno peruano insiste en que no hay persecución política contra el expresidente Alan García, que se refugió el domingo en la embajada de Uruguay en Lima y pidió asilo político. García, que reside en España y había acudido a Perú a declarar como testigo, tomó esta decisión horas después de que la Justicia le prohibiera salir del país durante 18 meses mientras le investiga por un caso de corrupción relacionado con el escándalo Odebrecht.
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, ha hablado personalmente con el presidente de Uruguay, le ha enviado documentación relacionada con el caso y le ha recordado un compromiso regional pactado en la pasada cumbre de las Américas:
"Suscribimos nosotros un acuerdo, el Acuerdo de Lima, donde nos comprometimos todos los presidentes a luchar frontalmente contra la corrupción. Esta corrupción que no reconoce fronteras y que por eso necesita el trabajo conjunto de los presidentes y jefes de estado para combatirla", afirmó Vizcarra ante un grupo de periodistas.
Es la segunda vez que Alan García solicita asilo en un país sudamericano. En 1992, lo hizo en la embajada de Colombia en Lima mientras la Justicia le investigaba por corrupción y enriquecimiento ilícito durante su primer mandato en la segunda mitad de los años ochenta del siglo pasado.