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El manifestante finalmente se entregó a la policía francesa tras varias horas de negociación.
Tras 6 horas de negociaciones con la policía, un hombre del movimiento francés de los "chalecos amarillos" armado con explosivos se entregó este viernes por la noche en una comisaría.
Los hechos ocurrieron en un centro comercial de Angers, en el noroeste de Francia.
El hombre sostenía una granada en la mano, que estaba conectada con varios explosivos alrededor del cuello. Su reivindicación era reunirse con el presidente francés en el marco de las protestas de los automovilistas por la subida de los impuestos a los carburantes.