Rusia ha desplegado nuevos misiles antiaéreos S-400 en Crimea, a medida que la tensión aumenta con Ucrania. Se trata del cuarto sistema que operará en la península anexada en 2014.
Rusia ha desplegado nuevos misiles antiaéreos S-400 en Crimea, a medida que la tensión aumenta con Ucrania.
Se trata del cuarto sistema que operará en la península anexada en 2014, precisamente en Djankoy, al norte de Crimea. Los nuevos misiles estarán operativos a final de año.
Ante esta situación, el presidente ucraniano Petro Poroshenko ha solicitado el apoyo naval de la OTAN y de Alemania.
"Alemania es uno de nuestros aliados más estrechos y esperamos que dentro de la OTAN haya ahora Estados dispuestos a enviar buques militares al Mar de Azov para apoyar a Ucrania y garantizar la seguridad", dijo el presidente ucraniano.
Angela Merkel llama al diálogo
Sin embargo, aunque la canciller alemana Angela Merkel ha reiterado el apoyo de Europa a Ucrania, también ha dejado claro que no hay “ninguna solución militar” posible al conflicto que empezó el pasado domingo. La situación sólo puede resolverse "con sensatez y a través del diálogo". Por otro lado insinuó que Rusia podría enfrentarse a nuevas sanciones.
“En principio no imponemos sanciones por imponer sanciones. Lo hacemos para dejar claro que los países necesitan tener el derecho a desarrollarse por sí mismos, incluso cuando están territorialmente cerca de Rusia. Son principios de derecho público internacional", afirmó Angela Merkel.
El origen de la crisis
La crítica situación empezó el pasado domingo, cuando tres buques de la Armada ucraniana fueron apresados por guardacostas rusos en el estrecho de Kerch e hirieron a varios tripulantes. Rusia los acusa de navegar en sus aguas ilegalmente.
Esto ha llevado a Ucrania a declarar la ley marcial en sus regiones costeras y fronterizas, algo que no había hecho nisiquiera cuando Crimea fue anexionada en 2014.
Los 24 marineros ucranianos fueron capturados en Rusia. La Justicia los inculpa de haber cruzado ilegalmente la frontera. Para Ucrania la situación es distinta: los marineros son prisioneros de guerra.
La canciller alemana ha pedido a Rusia poner en libertad a los soldados ucranianos retenidos. También se refirió al acuerdo existente entre Moscú y Kiev de 2003 que establece el uso conjunto del mar de Azov y la libre circulación de barcos de ambos países por el estrecho de Kerch.