¿Una nueva ruta migratoria en los balcanes?

¿Una nueva ruta migratoria en los balcanes?
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Por Hans von der Brelie
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Varios centenares de personas se agolpan en la zona fronteriza entre Bosnia y Croacia en condiciones insalubres y con temperaturas gélidas esperando al mejor momento para intentar entrar en la UE cruzando el bosque

Un paseo en bicicleta acompañados por el Servicio de Rescate de Montaña de Bosnia resulta sorprendente. Encontramos que docenas de migrantes también toman este camino a diario. Intentan cruzar ilegalmente la frontera exterior de la Unión Europea.

Estamos en la región montañosa del noroeste de Bosnia Herzegovina. Unos pocos kilómetros de bosque que conectan con Croacia. El penúltimo corto y difícil recorrido para los millones de migrantes de todo el mundo que sueñan con vivir en Europa.

Miles de personas se agolpan en Bihac, esta ciudad bosnia cercana a la frontera de la Unión europea. Hacen cola para recibir una comida caliente gracias a las distribuciones de alimentos de emergencia que han establecido las organizaciones internacionales. Se han quedado atrapados aquí tras haber sido devueltos por la guardia fronteriza croata.

Se acerca el invierno. Las temperaturas son cada vez más bajas y las noches más frías. Los centros oficiales de acogida están llenos y los migrantes duermen en tiendas de campaña o edificios abandonados.

Bilal, paquistaní, nos cuenta que su objetivo es llegar a España. "Primero vamos a Croacia. Estoy haciendo pan porque aquí la comida no es buena. La frontera está cerrada, sí. Ese es el problema. Tres veces hemos caminado ya hacia Croacia".

Las ruinas de una residencia de estudiantes abandonada están ocupadas por inmigrantes. Partes del edificio están sin luz. Aquí, grupos de inmigrantes rivales se han enfrentado entre sí varias veces. Bosnia ha enviado a las Fuerzas especiales para arrestarlos. Desde entonces, muchos medios de comunicación se mantienen al margen.

Shehzad Khan dejó Pakistán hace dos años. Los talibanes le amenazaron por estar involucrado en una campaña de vacunación. Ahora busca asilo en Europa y no es la primera vez que intenta cruzar la frontera. "Una vez crucé la frontera de Croacia a Eslovenia. La policía eslovena me atrapó y me devolvió a Bosnia. Primero me devolvieron a Croacia y la policía croata me entregó a la policía bosnia", asegura, y denuncia que las autoridades no le atendieron, "no prestaron atención. Dijimos una y otra vez a las autoridades eslovenas y a la policía eslovena: necesitamos protección, por favor. No recibieron a nadie, no tomaron ningún documento. No nos dieron ninguna información ni tampoco permiso para ir a la oficina de asilo. Les dijimos antes que necesitamos un abogado. No me dieron un abogado", explica.

La mayoría de los migrantes lo intentan dos, cinco, siete o incluso más veces. En 2015 y 2016, aproximadamente un millón de migrantes y refugiados tomaron la ruta de los Balcanes Occidentales a través de Serbia hasta que Hungría cerró la frontera. Ahora nos preguntamos si hay una nueva ruta migratoria emergente que cruza a través de Bosnia. 21.000 personas han marchado por esta vía en 2018, pero Croacia ha reforzado los controles.

En octubre, cientos de migrantes se juntaron para intentar atravesar el cruce fronterizo de Maljevac entre Bosnia y Croacia. Rompieron un cordón policial y bloquearon el cruce de la frontera tratando de presionar a Croacia para que les permitiera viajar al norte. Algunos lanzaron piedras, y la policía respondió con porras y gases lacrimógenos.

Algunos de los que lograron cruzar han regresado a Bihac. Aquí las condiciones sanitarias no se adaptan a las normas humanitarias. No hay suficientes baños y duchas. Pero la inmensa mayoría de los migrantes que se encuentran aquí se niegan a aceptar las ofertas de reasentamiento de la Organización Internacional para las Migraciones.

Alrededor de un millar personas viven en un edificio en ruinas. Es un verdadero escándalo que se produce dentro de Bosnia Herzegovina. Pero por encima de todo, de lo que la gente se queja es de la presunta violencia de la policía croata.

Según ACNUR, Croacia ha expulsado de forma colectiva a 2.500 inmigrantes desde principios de este año. Entre ellos, 1.500 informaron de que se les había negado el acceso a los procedimientos de asilo y 700 de esas personas denunciaron violencia por parte de los guardias fronterizos.

"Esta parte está rota, esta parte está rota, mira mi mano cómo está rota. Y su cabeza está rota. Peleando. Ya sabes, la policía croata con las porras... No me importa que persigan a los hombres, pero pegar no está bien. Porque soy un hombre. El teléfono móvil, dinero, cordones de zapatos, todo lotiran a la basura. Pero soy un ser humano, no soy un animal", se queja Muhammad, bangladeshí.

INSIDERS | The Western Balkans Route - Part 1

Dejamos la frontera en dirección a Sarajevo. Cerca de la capital, los antiguos barracones militares de Hadzici se transforman en un centro de alojamiento para desplazados en Bosnia. Algunos grupos de somalíes y paquistaníes se han quedado fuera. Pocos días después de haber abierto, el centro, diseñado para 400 personas, está abarrotado.

Tenemos una cita con Peter Van der Auweraert, de Bélgica. Trabaja para la Organización Internacional para las Migraciones. Es el principal coordinador de la organización para los Balcanes Occidentales, un experto con años de experiencia en el terreno. Asegura que "el 80 u 85 por ciento de esta población son migrantes económicos, no personas que necesitan protección internacional. Aproximadamente el 35 por ciento son pakistaníes, son el grupo más grande. Tenemos un 20 por ciento de afganos, 20 por ciento de sirios... aunque aquí hay algunas dudas, porque también hay personas de África del Norte que dicen ser sirios".

En total, cuenta Van der Auweraert, "hemos tenido entre 20,000 y 21,000 personas desde principios de año y 4.500 de ellos todavía están aquí. Eso significa que tres de cada cuatro migrantes han logrado cruzar de manera irregular hacia Croacia. Circulaban rumores entre los migrantes de que Croacia abriría su frontera, un mensaje que difundieron los contrabandistas para asegurarse continuar con el negocio".

Con los guardias fronterizos de Croacia y otros países europeos intensificando la vigilancia de la frontera exterior de la UE, los precios que fijan los contrabandistas de personas están subiendo. Abdullah, afgano, está dispuesto a hacer lo que sea necesario. "Pagaré dinero a los traficantes o simplemente esperaré, lo que sea. Pero realmente necesito cruzar la frontera e ir a Europa. Desde Afganistán a Bosnia, ya he pagado 6.500 euros a los traficantes de momento", lamenta.

Este es un problema creciente para aquellos que realmente necesitan protección y asilo, como un ex traductor del ejército estadounidense en Afganistán. Los talibanes secuestraron a uno de sus hermanos. Por razones de seguridad, el joven prefiere hablar de forma anónima. Pagó 5.300 euros por su viaje a Bosnia. "Muchas personas pasan por Croacia caminando por el bosque. Es difícil ir, pero el problema es el dinero: si pagas el dinero, los traficantes te llevarán con ellos a través de las fronteras caminando en el bosque, bajo la lluvia, cruzando ríos... Tienes que arriesgarte, pero ellos te llevarán consigo para cruzar la frontera, y necesitas dinero", asegura.

Los contrabandistas recomiendan un sendero de montaña del noroeste de Bosnia para cruzar a Croacia. Pero es tirar el dinero. Los afganos no saben que están siendo observados por detectores de movimiento, cámaras de visión térmica, drones de alta tecnología e incluso un pequeño avión.

INSIDERS | The Western Balkans Route - Part 2

Croacia y Bosnia colaboran estrechamente con Frontex, la Agencia Europea de Guardia de Fronteras. Euronews ha tenido acceso a sorprendentes imágenes. El identifica a una persona que espera junto a una camioneta en Croacia, cerca de la frontera. Un grupo de veinte personas llega corriendo desde el bosque y sube en la camioneta. Mientras el avión sigue al vehículo, el Centro de Monitoreo Frontex en Varsovia alerta en tiempo real a las autoridades croatas. La policía intercepta la camioneta y arresta a dos contrabandistas.

De vuelta en Bosnia, llegamos al parque de la ciudad de Bihac, hogar de cientos de migrantes varados en la frontera, donde duermen desde hace meses. Ageed, Muhammad, Jalal, Karwan, Lawin y Ahmad son kurdos de Irak y nos muestran sus móviles rotos. Han intentado varias veces cruzar, pero fueron expulsados violentamente. "La policía croata nos metió a todos en un furgón policial y nos llevó de regreso a la frontera bosnia. Nos hicieron sentarnos, cogieron nuestros móviles y nos dijeron que no nos moviéramos. Destruyeron nuestros teléfonos, los aplastaron frente a nosotros", cuenta Muhammad.

"Luego estábamos rodeados por cinco policías y dos comandantes. Nos dijeron que nos pusiéramos de pie. Les preguntamos: ¿Dónde está el dinero que nos habéis quitado? En lugar de respondernos, cogieron sus porras y me golpearon en los brazos y las piernas. éramos un grupo de cinco. Corrimos hacia el agua. Cruzamos el río, llovía y hacía frío y llegamos a Bosnia. Una vez que habíamos cruzado la frontera, nos arrojaron piedras. Esta es una piedra pequeña, pero a nosotros nos tiraron piedras realmente grandes. Y volvmos a Bosnia", ha denunciado.

INSIDERS | The Western Balkans Route - Part 3

Nos dirigimos ahora a Cetingrad, un pueblo fronterizo de Croacia, para conocer su punto de vista ante estas acusaciones. Tras semanas de negociaciones, el Ministerio de Interior croata nos autoriza a visitar la unidad local de protección de fronteras, recientemente renovada con el dinero de los contribuyentes europeos y encabezada por Damir Butina, jefe de la unidad de policía. El oficial está ocupado, hace apenas unas horas que he recibido otra entrega de material de vigilancia y nos muestra cómo se utiliza. "Puedes ver el terreno en esta pantalla y es algo así como una playstation", celebra.

Croacia desea unirse al área de Schengen pronto, por lo que pone esfuerzos adicionales para asegurar la frontera exterior de la UE. Pero los policías aseguran que nunca arriesgarían su trabajo agrediendo a los migrantes. Entonces, ¿cómo explican sus lesiones?

Butina explica que son conscientes de "los informes que llegan de Bosnia sobre la violencia que hay allí entre los propios grupos de migrantes. Si tienen lesiones, lo más probable es que hayan sido causadas por ellos mismos, por los grupos de migrantes rivales que luchan entre sí. Probablemente se hieren mutuamente y luego culpan a la policía croata".

El debate sobre la presunta violencia policial llega a la política. ¿Podría retrasar la entrada de Croacia en la zona Schengen? La Comisión Europea todavía está evaluando la gestión que ha hecho Croacia de la frontera exterior de la unión. Y el Consejo Europeo, encargado de supervisar los derechos humanos en todo el continente, ha pedido explicaciones al gobierno croata. Éste niega firmemente cualquier delito y subraya el reciente éxito en la lucha contra los traficantes de personas a lo largo de la frontera terrestre de 1.000 kilómetros con Bosnia.

La Unión Europea y el gobierno croata no solo han invertido en alta tecnología, sino que también han reforzado notablemente sus recursos humanos. Hay 6.300 policías encargados de asegurar esta parte de la frontera exterior de la UE.

INSIDERS | The Western Balkans Route - Part 4

Volvamos de nuevo del lado croata al lado bosnio de la frontera. Un campo fangoso en Velika Kladusa. Algunos centenares de migrantes duermen en los refugios de madeshift.

Le preguntamos al jefe de asuntos humanitarios de Médicos sin Fronteras en Bosnia, Julien Kloberer si puede confirmar esos informes sobre la presunta violencia de la policía croata. Kloberer explica que desde MSF documentan estos casos e investigan las heridas que tienen y si esos moretones coinciden con las acusaciones que la gente hace. Si son coherentes con lo que dicen que les han hecho. "Vemos moretones que pueden provenir de patadas o de palizas con porras".

Fuera de cámara, un refugiado sirio nos habla de algunos problemas con las drogas en el campamento. La temperatura está bajo cero ahora, las tiendas no se calientan y se prevé una situación de urgencia humanitaria.

Muhammad llegó de Irán. Dadas las duras condiciones en el campamento y las dificultades para cruzar la frontera, está considerando volver. "Hemos sido engañados por alguien, por un contrabandista. No importa. Yo personalmente, quiero volver a Irán para continuar mis estudios ¿Cuántas personas hay aquí? Está muy sucio. Nadie puede vivir aquí ni una hora. Pero algunos de ellos llevan viviendo aquí ya un mes o tres o cuatro. Es imposible, ni siquiera puedo imaginarlo. Y ahora mismo, solo estoy convenciendo a mi primo de que volvamos a nuestro país".

A principios de este año, la mayoría de los bosnios apoyaban a los migrantes. Pero ahora, con un número creciente de personas atrapadas en la frontera, la población local organiza manifestaciones contra ellos. Asim Latic se encuentra entre los que ayudan. Reparte comidas calientes gratis. "Desde hace nueve meses servimos de 400 a 500 comidas todos los días. Hemos servido en total más de 130.000 comidas hasta ahora. Somos un equipo de 5 personas, incluyéndome a mí. Todos somos veteranos de guerra bosnios, aún recordamos esos cuatro años de guerra. Lo sufrimos, cuando estábamos sedientos y hambrientos, por eso sentimos empatía con esas personas y decidimos ayudarlos. Tienen los mismos problemas que nosotros tuvimos hace algún tiempo", lamenta Latic.

La frontera exterior de la Unión Europea está a pocos kilómetros. Al acercarse a Croacia, los migrantes abandonarán la carretera y entrarán en uno de los senderos forestales más peligrosos del mundo: los aludes de lodo ya mataron a varios migrantes este año. Y esta zona de montaña todavía está llena de minas terrestres. El equipo local de rescate de montaña ha tenido que realizar una operación de emergencia recientemente.

Ermin Lipovic, jefe del equipo de rescate de montaña, cuenta que "están utilizando estos peligrosos senderos de montaña porque creen que no se encontrarán a nadie, ni a la policía, y que, por lo tanto, tendrán una ruta segura a Croacia. No entendemos realmente por qué corren un riesgo tan grande para su propia vida". Hace tres meses, recuerda, "tuvimos una operación de rescate dramática porque un migrante subió a las montañas, a un lugar donde de repente se encontró perdido en medio de la noche en un campo de minas. Por la mañana descubrió que estaba rodeado de minas terrestres. Nuestro equipo de rescate de montaña subió para sacarlo de ahí. Era muy arriesgado, incluso para nosotros. Junto con otros servicios, como la policía de Bihac, logramos salvar su vida y sacarlo del campo de minas sin lesiones".

Esta noche, unos pocos migrantes considerarán rellenar los documentos de repatriación voluntaria que ha entregado la Organización Internacional para las Migraciones. Otros muchos intentarán cruzar la frontera exterior de la Unión Europea ilegalmente, esperando que la lluvia, la niebla y la oscuridad jueguen en su favor.

INSIDERS | The Western Balkans Route - Part 5

Fuentes adicionales • Lucía Riera (Versión en español)

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