Una llamada anónima alertó a la policía, que desalojó el edificio antes de la explosión. Este tipo de ataques, reclamados por grupos anarquistas y de extrema izquierda, son muy frecuentes en el país heleno.
No hubo víctimas, aunque sí numerosos daños materiales. El edificio de la cadena privada de televisión griega Skai, una de las más importantes del país, fue escenario este lunes de la explosión de una bomba.
El edificio fue rápidamente desalojado después de que un individuo llamase a la cadena ANT para alertar de la inminente explosión. El Gobierno condenó lo sucedido como "acto terrorista".
"Los equipos antiterroristas aseguran que el daño podría haber sido mucho mayor. Pero la onda expansiva se extendió al aire libre", explica nuestra corresponsal en Grecia Nikoletta Kritikou. "El canal de televisión entregó a las autoridades las imágenes de las cámaras de vídeovigilancia, aunque las cámaras quedaron destrozadas".
Los ataques de este tipo en Grecia son frecuentes, y la autoría de los mismos suele ser reclamada por grupos anarquistas o de extrema izquierda. En el edificio atacado también se encuentra la redacción de Kathimerini, el principal diario de centro-derecha de la oposición.
"Esta no es la primera vez que las instalaciones de SKAI han sido atacadas. Podría decirse que estamos hasta acostumbrados. Pero esto no nos impedirá hacer nuestro trabajo como sabemos hacerlo y de la forma en que pensamos que es la mejor", sostenía el periodista de SKAI Konstantinos Davlos.
Según informa la policía, las cámaras de seguridad captaron a dos individuos dejando una mochila en el exterior del edificio antes de huir en moto. El modus operandi es similar al del llamado Grupo de Combatientes Populares, autor de al menos otros cinco atentados similares desde su creación en 2013, todos ellos sin víctimas.