Roma y París se enfrentan a tensiones diplomáticas tras las críticas de miembros del Gobierno italiano a Francia y al presidente Emmanuel Macron.
PUBLICIDADEl primer ministro italiano intenta calmar las tensiones entre los Gobiernos de Roma y París, inmersos en una disputa por la inmigración.
Desde Davos, Guisseppe Conte ha destacado las sólidas relaciones entre ambos países, después de que su ministro de Exteriores, Matteo Salvini, criticara a Francia y al presisdente Emmanuel Macron.
"Italia y Francia tienen una relación tradicional que no es cuestionable. Necesitamos hacer frente a temas políticos críticos que están en la agenda actual de Europa y en la política internacional. Necesitamos poder sentarnos y ocuparnos de los puntos delicados de una manera muy relajada", ha dicho Giuseppe Conte, primer ministro de Italia.
Salvini reprueba a Francia que devuelva a los inmigrantes a través de la frontera norte italiana. De Macron ha dicho que es "un presidente terrible".
Así ha respondido a las críticas la secretaria de Estado de Economía francesa.
"Nosotros no nos inmiscuimos en discusiones internas italianas y creo que es la mejor postura. En este momento, lo que está en juego para nosotros es construir una Europa más unida en torno a principios sólidos y mejorar nuestra competitividad colectiva", ha declarado Agnes Runacher, secretaria de Estado de Economía de Francia.
Salvini, recientemente, dio su respaldo a los "chalecos amarillos", que llevan desde noviembre manifestándose contra las políticas de Macron, y dijo que esperaba que "los franceses puedan liberarse pronto de un presidente terrible".