El independentismo catalán cruzó el Rubicón de la legalidad constitucional el 6 de septiembre de 2017. Desde ese día, Cataluña y España vivieron dos meses de tensión extrema que terminaron con la huida de Carles Puigdemont y la detención de varios de los líderes del procés.
PUBLICIDADTras años de preparativos, el independentismo catalán cruzó el Rubicón de la legalidad constitucional en el Parlament de Catalunya el 6 de septiembre de 2017. Modificando el orden del día y en ausencia de los partidos de la oposición, Junts per Sí y la CUP aprobaron la ley del referéndum de autodeterminación. Y aunque el secretario general de la cámara se negó a firmarla por considerarla ilegal, su presidenta, Carme Forcadell, la publicó, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, convocó la cita para el uno de octubre.
Un día más tarde, el Tribunal Constitucional admitió a trámite los recursos presentados por el Gobierno central y suspendió cautelarmente la norma autonómica, pero el independentismo hizo caso omiso y utilizó su mayoría en el Parlament para aprobar la llamada ley de transitoriedad jurídica y fundacional de la República Catalana.
El 20 de septiembre, en el marco de la investigación sobre el referéndum, la Guardia Civil entra en varias consejerías y detiene a 14 altos funcionarios vinculados a la organización del referéndum. Decenas de miles de personas rodean la consejería de Economía, a cuyo frente estaba el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y vandalizan los vehículos de los agentes. Entre los manifestantes descuellan Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, los líderes de la organizaciones independentistas ANC y Òmnium Cultural.
Aunque la justicia ordenó el cierre de los colegios electorales y las fuerzas del orden requisaron cientos de miles de papeletas, la consulta tuvo lugar el domingo uno de octubre en medio de una gran tensión, ya que el Gobierno había desplegado a miles de policías y guardias civiles para evitarla. Las imágenes de las cargas de las fuerzas del orden en algunos centros de voto dieron la vuelta al mundo. El Govern afirma que el 90% de los votantes han apoyado la independencia.
El martes 3 de octubre el rey Felipe VI hace un llamamiento para que se restaure orden constitucional y la vigencia del estado de derecho en Cataluña, que vive una jornada de huelga general.
Una semana más tarde, ante el Parlament, Carles Puigdemont declara unilateralmente la independencia de Cataluña, aunque la deja en suspenso y pide diálogo a Madrid.
A los pocos días, entran en prisión Jordi Sànchez y Jordi Cuixart por promover la revuelta en la Consejería de Economía.
El 27 de Octubre, una vez más sin la presencia de la oposición, el Parlament declara la independencia de Cataluña. El Gobierno español aplica el artículo 155 de la Constitución y destituye a Carles Puigdemont, que huye a Bélgica junto a varios consejeros, y a todo el Govern. El vicepresidente Oriol Junqueras decide quedarse.
Al día siguiente, la Fiscalía General del Estado se querella contra Puigdemont y sus 13 consejeros y contra la expresidenta del Parlament y los cinco miembros de la Mesa que tramitaron la declaración de independencia.