Piden una alta participación que a las 14:00 (hora local española) era del 41.8%, cuatro puntos y medio mayor que en 2016.
Los principales políticos españoles han depositado su voto poco después de mediodía, hora local española. Lo han hecho en un clima de normalidad pero con gran incertidumbre en estas elecciones que se prevén muy fragmentadas. El más madrugador ha sido el actual presidente de Gobierno, el socialista Pedro Sánchez que lo hacía en el centro cultural Volturno en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón.
"Lo que deseo es que los españoles manden un mensaje claro para que haya una mayoría parlamentaria lo suficientemente amplia que permita cuatro años de estabilidad, de sosiego, de serenidad en los que podamos abordar los grandes avances que necesita nuestro país", decía Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno.
Por su parte, el líder de Unidas Podemos Pablo Iglesias lo hacía en el colegio Público La Navata, en el municipio de Galapagar. Allí recordaba la importancia de la educación pública en la democracia.
El líder del Partido Popular Pablo Casado votaba en el colegio privado católico Nuestra Señora del Pilar en Madrid. Tras depositar su papeleta, compartía con los medios sus expectativas. "Lo primero que me gustaría es que saliera un gobierno estable de las urnas para evitar esta sucesión de elecciones y de legislaturas fallidas que hemos vivido en los últimos años".
Albert Rivera, de la formación de centro-derecha Ciudadanos acudía al colegio privado concertado Santa Marta de Hospitalet de Llobregat, en Barcelona y el ultraderechista Santiago Abascal, líder de Vox lo hacía en el Público Pinar del Rey, también en Madrid.
Cerca de 37 millones de españoles están llamados a votar este domingo. Muchos se preguntan si en caso de no alcanzar la izquierda una mayoría absoluta, se repetirá el tripartito de derecha que existe en Andalucía.