El presidente encargado de Venezuela ha diseñado un periodo de paros escalonados por sectores, que aún no ha caducado, antes de la convocatoria de una huelga general. El objetivo de Guaidó es unir las protestas a nivel nacional para aumentar la presión sobre Maduro.
Caracas retorna con incertidumbre a la calma tras el levantamiento fallido del pasado martes. En los disturbios de estos días al menos 4 personas han muerto, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
La oposición prepara nuevas movilizaciones, aunque algunos como el funcionario José Roberto Ríos se resisten a esperar: "no tengo miedo. Por eso digo: "basta del miedo". Le pido a los empleados públicos que nos sumemos a esto. No es momento del miedo. Hay que salir a la calle. Lo que tengamos que perder... ¿Qué voy a perder? 18.000 bolívares de mi sueldo, ¿para qué me sirve eso? Con eso no hago absolutamente nada."
El presidente encargado de Venezuela ha diseñado un periodo de paros escalonados por sectores, que aún no ha caducado, antes de la convocatoria de una huelga general.
El objetivo de Juan Guaidó es, según un diputado de su partido, unir las protestas a nivel nacional para aumentar la presión sobre Maduro. Rafael Veloz ha apuntado: "cuando nosotros ejerzamos esta presión, como la estamos ejerciendo, cae el sistema. Este sistema llamado socialismo del siglo XXI está en su momento más débil en todo este proceso de estos 20 años".
Por su parte el presidente, Nicolás Maduro, ha acusado a la oposición de querer provocar una "guerra civil" y ha reclamado a las tropas "obediencia y cohesión" para desarmar, dice, a "los traidores y golpistas".
Nicolás Maduro ha llamado a sus seguidores a participar en grandes jornadas de diálogo interno. El objetivo de estas reuniones que tendrán lugar este fin de semana, es preparar un plan para cambiar y rectificar la Revolución Bolivariana en lo que sea necesario. La oposición por su parte ha anunciado nuevas movilizaciones de cara a los próximos días.