Kasim-Yomart Tokáyev, sustituto y estrecho aliado de Nursultán Nazarbáyev, quien es considerado el padre de la nación y que estuvo durante treinta años en el poder
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Las escasas encuestas en Kazajistán sitúan en cabeza al jefe de Estado interino, Kasim-Yomart Tokáyev en unos comicios en los que están llamados a las urnas algo más de once millones de ciudadanos en la principal potencia económica de la región tras Rusia y China, entre algunos de los cuales ha cundido el desánimo. Tokáyev sustituyó en el cargo el pasado mes de marzo a Nursultán Nazarbáyeb, considerado como el padre de la nación tras la independencia, que ha estado durante treinta años en el poder y quien ha declarado el mismo día del voto que su renuncia supuso pasar el testigo a otra generación. Además de su sucesor y estrecho aliado, otras seis personas optan a la presidencia.
Al medio día del domingo había votado el 35,1% del censo. Las elecciones han estado acompañadas de la protesta de entre dos y tres centenares de personas, según testigos, en la ciudad de Almaty, que pedían un boicot por lo que consideran un traspaso orquestado de poder. La policía ha llevado a cabo decenas de detenciones. Las protestas comenzaron esta misma primevera en lo que supuso en el país un lento despertar del movimiento opositor.