El Consejo de Derechos Humanos ha presentado las conclusiones de una investigación preliminar sobre el caso Khashoggi, que revela la responsabilidad de los más altos estamentos de la jerarquía saudí en el crimen cometido el pasado mes de octubre en Estambul
Aumenta la presión sobre Arabia Saudí por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. El Consejo de Derechos Humanos ha presentado las conclusiones de una investigación preliminar sobre el caso, que revela la responsabilidad de los más altos estamentos de la jerarquía saudí en el crimen cometido el pasado mes de octubre en Estambul.
"La investigación que se ha realizado estaba centrada en lo que respecta a los derechos humanos. No se trataba de una investigación criminal. No obstante, se han encontrado pruebas creíbles que justifican una mayor investigación de la responsabilidad individual de altos funcionarios saudíes. Incluidas la del príncipe heredero de Arabia Saudí y la de su principal asesor, Saud al-Qahtani", afirma la relatora especial de la ONU, Agnès Callamard.
En la ONU consideran que las pesquisas efectuadas en el país de la península arábiga han pasado por alto un aspecto trascendental.
"La investigación llevada a cabo por las autoridades saudíes no ha abordado la implicación de la cadena de mando. No se trata sólo de quién ordenó el asesinato. La responsabilidad penal puede derivarse de la incitación directa o indirecta o de la falta de prevención y protección", añade Agnès Callamard.
Entretanto, en la Cámara de los Comunes, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, pidió que se depuren responsabilidades y que se conozca la identidad del verdadero culpable del asesinato de Khashoggi.
"Queremos que rindan cuentas por este horrible asesinato. Traté el asunto con el rey Salmán en la cumbre de Sharm el Sheij. Esperamos que Arabia Saudí tome las medidas necesarias para asegurar que tales violaciones de las leyes internacionales y nacionales no vuelvan a producirse. La manera correcta de afrontar el tema es mediante un proceso judicial y, obviamente, seguimos de cerca la investigación en curso", señalaba Theresa May.
En la ONU consideran que no debe repetirse un crimen de este tipo y que, para evitarlo, hay que liberar a quienes están detenidos por sus opiniones o creencias y dar a conocer el paradero de los desaparecidos. Además, abogan por reforzar su papel frente al problema cuando aparece un patrón repetitivo o de impunidad.