Desde 2017, la contrainteligencia alemana escruta a los candidatos a entrar en sus filas. 63 personas no han pasado la criba por estar ligadas con extremismos, sobre todo de tipo neonazi, aunque también ha habido casos ligados al islamismo y a la ultraizquierda.
El ejército alemán ha rechazado por cuestiones de seguridad e ideología a 63 aspirantes a ingresar en sus filas desde 2017.
Una criba realizada por los servicios de contrainteligencia militar o MAD, por sus siglas en alemán, en un período en el que se ha escrutado a un total de 44.000 personas, según destaca un grupo editorial local.
Este informe mantiene que 41 de los rechazados fueron descartados por extremismo, sobre todo de tipo neonazi. Doce personas estaban ligadas a actitudes de radicalismo islámico y otras dos a la ultraizquierda.
En 2017 se registraron en el ejército alemán varios casos de rituales vejatorios, que hicieron que el Ministerio de Defensa pidiera el análisis de cada candidato.
La nueva ministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer ha negado que las fuerzas armadas de su país tengan mala predisposición hacia simpatizantes de extrema derecha, tal y como se ha criticado. No hay una sospecha generalizada contra ningún soldado, ha asegurado.