Boris Johnson genera un seísmo político, mientras la libra continúa su caída.
Boris Johnson mueve la reina y pone en jaque al Parlamento... Isabel II ha aceptado la suspensión del legislativo, solicitada por el primer ministro británico para evitar que este pueda vetar un Brexit sin acuerdo.
El visto bueno real tiene como telón de fondo feroces críticas de la oposición laborista e incluso del mismísimo speaker o presidente del Parlamento, que habla de escándalo constitucional:
"Ha habido una gran reacción al anuncio de Boris Johnson de que va a suspender el Parlamento valiéndose del discurso de la Reina, un mecanismo un poco arcaico que muchos nuevos gobiernos emplean al iniciar sus mandatos, pero que él está utilizando tácticamente. Los partidos de la oposición dicen que es antidemocrático, que están indignados, y que van a trabajar aún más unidos para tratar de derribar al Gobierno con una moción de censura la semana que viene. También ha habido cientos de manifestantes esta noche aquí en el Parlamento diciendo que piensan que esto es un golpe de Estado".
En cuestión de horas, una petición popular en contra de la clausura del Parlamento británico ha reunido más de medio millón de firmas, superando el umbral de 100.000 para ser debatida en la Cámara de los Comunes.