El ave había sido denunciada por una pareja de jubilados por despertarlos a las cinco de la mañana. Maurice ha recibido apoyo desde EEUU. Su caso es un ejemplo más de la difícil convivencia entre rurales y urbanitas.
PUBLICIDADEl gallo Maurice gana la batalla legal en Francia y podrá seguir cantando cuando le plazca.
El Tribunal de Rochefort le ha dado la razón, después de que una pareja de vecinos jubilados en la turística isla de Oleron, lo denunciara, harta de que los despertara todos los días a las cinco de la madrugada.
La Corte ha estimado que los demandantes no presentaron pruebas suficientes que demuestren que el ave hace un ruido excesivo, y que, además, tiene derecho a vivir en algún sitio.
"Sus vidas deben de ser tristes, esta gente viene de la ciudad, están hartos del ruido de la ciudad", comenta lCorinne Fessau, dueña de Maurice. "Vienen aquí pensando que encontrarán menos ruido, pero aquí tienes otros ruidos, ruidos normales... Cuando nosotros vamos a la ciudad nos adaptamos, así que ellos tienen que hacer lo mismo".
Uno-cero, pues, para la vida campestre, en este conflicto de intereses entre rurales y urbanitas, del que se ha hecho eco la prensa internacional.
Maurice ha recibido muestras de apoyo hasta de Estados Unidos, y cuenta con su propia línea de merchandising.
Su caso no es el único sobre esta difícil convivencia en Francia, Por ejemplo, en Saint Martin de Colmar un grupo de vecinos amenaza con demandar las campanas de la iglesia. Y en Souston, un hombre será sometido a juicio por el graznido de sus patos.