El primer ministro británico asegura que trabajará duro por un acuerdo de Brexit, pero no descarta salir de la UE sin él. Corbyn insiste en la necesidad de un segundo referéndum.
PUBLICIDADBoris Johnson ha comenzado este martes con una reunión con su Gabinete para buscar vías de escape al callejón sin salida en el que se ha metido. Horas antes, el Parlamento cerraba sus puertas hasta el 14 de octubre después de rechazar su propuesta de elecciones in extremis y de bloquearle la posibilidad un Brexit duro.
El primer ministro británico charlaba más tarde en una mesita con los niños de un colegio del sur de Londres. En modo campaña, como si no hubiera pasado nada. Ha dicho que trabajará duro por un acuerdo, pero si no se consigue,pues ya saben.
"Creo que hay un montón de gente que quiere que esto acabe, incluido el pueblo británico", aseguraba Johnson. "Pero también en Bruselas y nuestros amigos y socios en la Unión Europea. Quieren que nos pongamos con esto, que se lleva arrastrando desde hace tres años. Por eso estamos trabajando muy duro para conseguir un acuerdo. Creo que conseguiremos un acuerdo, pero si es absolutamente necesario, saldremos sin acuerdo".
Mientras, el líder laborista Jeremy Corbyn hacía promesas electorales de mejores sueldos. E insistía en la necesidad de un nuevo referéndum.
"Están próximas unas elecciones generales, pero no dejaremos que Johnson dicte sus términos", mantenía Corbyn. "Les puedo decir que estamos preparados para esas elecciones, y en ellas nos comprometeremos a un referéndum con una opción creíble para marcharnos de la Unión Europea y una opción para quedarnos".
El Parlamento se cerraba oficialmente este lunes entre la pompa y el bochorno."Debería darles vergüenza", se gritaba desde las filas de la oposición. El famoso presidente de la Cámara de los Comunes John Bercow había anunciado antes su próxima dimisión.