Un avión comercial que transportaba a 326 pasajeros se vio obligado a desviarse a Shannon, Irlanda, después de que un derrame de café provocara el fallo de dos paneles de control de audio.
Un avión comercial que transportaba a 326 pasajeros se vio obligado a desviarse a Shannon, Irlanda, después de que un derrame de café provocara el fallo de dos paneles de control de audio.
El vuelo se dirigía desde Frankfurt, Alemania, a Cancún, México, el pasado 6 de febrero.
Después de que se volcara accidentalmente una taza de café, los paneles de control de audio se calentaron mucho, produciendo un olor a quemado eléctrico y humo en la cabina, según un informe de la Agencia de Investigación de Accidentes Aéreos del Reino Unido (AAIB, por sus siglas en inglés).
La AAIB no dijo qué aerolínea estaba involucrada en el incidente, pero proporcionó un número de registro de vuelo. El vuelo estaba a nombre de Thomas Cook Airlines, según la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido.
A los pilotos se les había servido café sin tapas, lo que era común para el operador de la ruta y el avión, según el informe.
Describe cómo la mayor parte del café cayó en las manos del comandante, pero la pequeña cantidad que se derramó sobre los paneles de control de audio causó una importante interrupción de las comunicaciones.
El primer panel de control de audio se averió inmediatamente. En el segundo, se empezó a fundir uno de sus botones unos 20 minutos después de que el primer panel fallara.
Cuando el avión se desvió a Irlanda, los pilotos tuvieron que utilizar alternativamente máscaras de oxígeno. Pero los humos no causaron heridas a los que estaban a bordo.
El informe de la AAIB indica que el operador ahora se asegura de que haya tapas en las tazas de café y envió un aviso a los pilotos para que tengan cuidado con los líquidos.