Las manifestaciones comenzaron la semana pasada cuando Moreno anunció que retiraba el subsidio a los carburantes, provocando así un alza de precio en el sector transporte.
PUBLICIDADEl Estado de excepción continúa vigente en Ecuador mientras las manifestaciones contra las medidas económicas de Lenín Moreno se apoderan del interior del país.
Coreando en quichua eslóganes contra el presidente, miles de indígenas bloquearon, en diferentes provincias, varias carreteras en dirección a Quito, a pesar de que los transportistas habían levantado el paro nacional, iniciado el pasado jueves 3 de septiembre. El gremio llegó a un acuerdo sobre la marcha la noche del viernes con el Ejecutivo y la capital comenzó a retomar progresivamente la normalidad en sus calles. Sin embargo, se espera a principios de semana que colectivos indígenas y sindicalistas se presenten en Quito para una masiva concentración.
Las manifestaciones comenzaron la semana pasada cuando Moreno anunció que retiraba el subsidio a los carburantes decretado hace cuatro décadas, provocando así un alza de precio en el sector transporte.
La medida se introdujo debido a un acuerdo con el FMI que otorgaba al gobierno ecuatoriano una línea crédito de 4.200 millones de dólares, así como otros 6.000 millones de otras entidades.
Los enfrentamientos con los agentes de seguridad han dejado al menos 350 detenidos y decenas de heridos. Mientras que en daños materiales se estima una pérdida de unos 100 millones de dólares por falta de productividad debido al paro.
El presidente de Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Jaime Vargas, dijo a la agencia Efe que, independientemente de los transportistas, los colectivos indígenas mantienen una "movilización indefinida" contra las medidas económicas.
"Hemos convocado a la movilización nacional indefinida. Hasta este momento estamos movilizados en cada uno de nuestros territorios pero, muy pronto, se movilizarán todos los pueblos a nivel nacional hacia el punto principal que es llegar a la ciudad de Quito", dijo.
Estos han sido los disturbios más graves de los últimos años en Ecuador y se espera que la tensión incremente si el Gobierno no se sienta a negociar unas propuestas que engloben las exigencias de todos los colectivos involucrados.