Tras una concentración pacífica contra la sentencia a los líderes encarcelados, que reunió a cerca de medio millon de personas, según la Guardia Urbana, manifestantes violentos tomaron las calles en la noche más larga de enfrentamientos con la policía
Después una jornada de huelga general, la violencia volvió a tomar la noche del viernes las calles de Barcelona. Tras una concentración pacífica contra la sentencia a los líderes encarcelados, que reunió a cerca de medio millon de personas, según la Guardia Urbana, manifestantes violentos tomaron las calles en la noche más larga de enfrentamientos con la policía desde que comenzaron las revueltas el lunes.
"No, claro que no es justificable, lo que pasa es que yo a veces entiendo, yo entiendo que esto exalte los ánimos, pero no es justificable, claro que no", explicaba una manifestante.
"Todo lo que sea violencia no me parece ni inteligente, ni me parece de este siglo, ni me parece que vaya a llevar a nada. Entiendo que los ánimos están muy crispados, pero al final estamos haciendo daño a nuestra propia ciudad y creo es eso es absolutamente contraproducente", contaba una asistente a las marchas.
- Advertencias del Gobierno
Rechazo de muchos manifestantes y del Gobierno central. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, advertía a quienes se salten la ley de que se les aplicará con contundencia el código penal:” "Vamos a aplicar al separatismo violento el código penal con toda contundencia. Y a todo el separatismo que actúa fuera de la ley también. Y les recuerdo que los delitos de "atentado a la autoridad" del código penal prevén acusaciones que podrían llevar hasta seis años de cárcel”.
A la multitudinaria concentración de este viernes se unieron cinco marchas que partieron días antes desde varios puntos de Catalunya también para pedir la absolución de los nueve políticos independentistas presos condenados a varios años de prisión.