"Comer una ensalada con flores comestibles es mejor que comer una ensalada sin ellas, porque la flor, los pétalos, contienen antocianinas, antioxidantes y polifenoles que ayudan a nuestro cuerpo a mantenerse joven", explica Bárbara Ruffoni, Directora del proyecto.
**Barbara Ruffoni es una apasionada de las flores. **Se le ocurrió la idea de ampliar el "nicho" de las flores comestibles, empezando por Francia e Italia, donde las flores siempre han formado parte de los platos tradicionales.
**Bárbara Ruffoni, Directora del proyecto ANTEA: **
"Hay por lo menos 80 flores comestibles que son reconocidas como tales. El proyecto se centró en 40 de ellas, que se dividen entre flores silvestres, flores utilizadas tradicionalmente en la cocina y flores nuevas. Con estas cuarenta flores hacemos todos los experimentos y la investigación sobre lsus características organolépticas características nutricionales, toxicidad y microbiología, todo lo que puede ser útil para crear un buen producto".
"Comer una ensalada con flores comestibles es mejor que comer una ensalada sin ellas, porque la flor, los pétalos, contienen antocianinas, antioxidantes y polifenoles que ayudan a nuestro cuerpo a mantenerse joven".
"Para mí, la flor siempre ha sido una amiga, una compañera, desde que compartía con mi abuela.... Mi abuela era una gran amante de las flores y me transmitió esta pasión. Empecé a trabajar con las flores hace 30 años, con plantas ornamentales, y esta evolución me intrigó mucho y estoy muy contenta de haberle dado a las flores una nueva oportunidad".