Pancarta en gallego que dice: "Por ser del rural, no me puedo poner mal"
Pancarta en gallego que dice: "Por ser del rural, no me puedo poner mal" Derechos de autor Vía @Apenela82 / Twitter

El cierre del paritorio de Verín: la lucha ciudadana contra el olvido de la clase política

Por Blanca Castro
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"¿Por vivir en una zona rural los impuestos a mi no me cubren?", dice Patricia, una habitante de la comarca gallega que tiene 6 meses de embarazo. En una entrevista con Euronews nos cuenta sus miedos y los retos a venir al tener que dar a luz a 80 kilómetros de su casa.

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Patricia está preocupada pero no por eso dejará de luchar. Su sueño era tener un parto natural después de haber vivido una cesárea engorrosa en su primer embarazo. Ahora, en su sexto mes de gestación, el cierre del paritorio en el hospital de la comarca gallega de Verín parece alejar esta oportunidad de sus manos.

Ella, así como otros miles de habitantes de la comarca, pide la rectificación de la Xunta de Galicia tras haber decidido esta, a finales de octubre, que no se llevarían a cabo más partos en el servicio de maternidad por cuestiones de calidad. Alega que la baja tasa de nacimientos anuales compromete el servicio médico ofrecido en el hospital y es por ello que las embarazadas deberán dirigirse al hospital de Ourense, la capital de la provincia, para ser tratadas.

"Me encuentro con el cierre de este servicio y la única excusa que nos dan es que tenemos que ir a Ourense para tener un parto de mayor calidad. Sé que no me pueden dar un servicio de calidad (...) y no se trata de que sean buenos o malos los médicos, es que no son suficientes para la cantidad de madres que tienen que atender, y ahora tendrán que lidiar con más sin nuevos profesionales sanitarios", dice Patricia Feijóo en un intercambio telefónico con Euronews.

El hospital de Ourense queda a unos 70 kilómetros de distancia de Verín, lo que supone un reto para las mujeres que se ven forzadas a trasladarse debido a la ausencia de pediatras en el centro hospitalario. Patricia rápidamente hizo los cálculos en su cabeza, dará a luz a principios de marzo, en época de nevadas y carreteras afectadas por el hielo.

"En carretera en pleno invierno, teniendo contracciones. Eso no es seguridad para mí. Tampoco me da seguridad y calidad cuando llegue a Ourense y esté todo colapsado (...) nos quieren vender una mentira".
Patricia Feijóo

"Decenas de mujeres en Verín tienen miedo de no llegar a tiempo y no saber qué les espera allí", cuenta esta trabajadora autónoma. Un panorama que movilizó a alrededor de 20 mil ciudadanos en este municipio español el pasado sábado 30 de octubre. Embarazadas, padres y trabajadores del servicio de maternidad concuerdan en que la medida no tiene relación con la tasa de natalidad sino a la oposición de los especialista de Ourense a trabajar en la comarca.

Manuela Iglesias Cid
Manifestación en Verín contra la decisión de la Xunta de Galicia.Manuela Iglesias Cid

"Tenemos prohibido el parto"

El ginecólogo y obstetra, Rogelio Vi´ñán aseguró que hay una renuencia "evidente" de los médicos de la capital, originada por diferentes factores, pero sobre todo ligada al factor salarial.

"Los médicos en Ourense están ahora atrincherados, detrás de unos papeles firmados. Han dejado sin cobertura médica a todos los niños de esta comarca, que son pocos, pero, aunque sea uno no puedes dejarlo sin asistencia ni siquiera por una orden de tu jefe", dijo Viñán a Euronews.

La falta de pediatras no solo afecta a las mujeres en estado de gestación, sino a todo infante que, ante cualquier urgencia, deberá afrontar un viaje de al menos 45 minutos hasta Ourense. "El hospital no hace partos, pero tampoco trata niños. Los niños serán tratados por médicos generales (...). Para mí esto es abandono", agregó Viñán que es uno de los tres ginecobstetra de Verín.

Así como Patricia, este especialista dice que no desistirá ni abandonará a las embarazadas de su pueblo.

"El personal de urgencia está aterrorizado, las enfermeras y parteras también lo están. Yo intento tranquilizarlas, no voy a desasistir a mis pacientes (...). Han sido días largos tediosos donde hemos dormido poco", confesó.

La España vacía: la sombra que todo lo toca

La movilización continúa pese a la negativa del Gobierno de la comunidad autónoma. Durante esta semana, los medios nacionales han transmitido las diferentes protestas en las calles, y en el paritorio, el personal mantiene la huelga pacífica apoyada por toda la comunidad.

Sin embargo, el gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), Félix Ruibal ha borrado cualquier atisbo de esperanza: "[La decisión] no es reversible. Toca seguir trabajando a favor de las mujeres y niños, aplicando la mayor seguridad posible en el proceso del parto. Los criterios técnicos no varían ni se cambian por una manifestación tan importante como la que hubo en Verín", dijo el gerente del Servicio Gallego de Salud (Sergas), Félix Ruibal a los medios este lunes.

En esa misma línea, el conselleiro (consejero en gallego) de sanidad de la Xunta Jesús Vázquez Almuíña detalla que la comarca "pasó de los 147 partos en 2010 a unos 60 este año, lo que supone una disminución de casi el 60%" por lo que la decisión fue "diícil" pero "responsable".

Vi´ñán no niega este alegato, "ha bajado la natalidad pero el hospital debe permanecer abierto siempre que haya paciente".

Según datos que maneja el exconselleiro de Agricultura Francisco Sineiro, "la comarca perdió desde 1980 un 35% de su población. En algunos concellos se superó el 50%. Existe un tercio de habitantes con más de 65 años y menos de un 10% tiene menos de 16 años", dijo en una entrevista para el diario La Voz de Galicia.

Los estadísticas apuntan que mueren más personas que las que nacen, un fenómeno que comenzó en la década de los sesenta y se agravó en los ochenta.

Las razones son diversas pero Sineiro apunta que "la gente se va porque quiere mejorar sus condiciones económicas y la calidad de los servicios que recibe en educación, sanidad o dependencia". Asimismo, agrega que existe una gran preocupación por el bienestar económico de las próximas generaciones, una preocupación que fue 'cortada en seco' por las autoridades, que han dejado a la comarca de Verín sin nacimientos.

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