Los jefes de Estado y de Gobierno van a tratar de alcanzar un acuerdo para que la Unión Europea alcance la neutralidad climática en 2050
PUBLICIDADLa cumbre de la Unión Europea ha empezado con una acción espectacular del grupo ecologista Greenpeace.
28 activistas han escalado el edificio donde se reúnen los jefes de Estado y de gobierno, y han desplegado una pancarta en la que podía leerse "emergencia climática".
Y no por casualidad. Los líderes europeos van a tratar de fijar un compromiso durante la reunión: alcanzar la neutralidad climática en 2050.
Un poco más allá, otro grupo grupo se manifestaba para exigir que el Pacto Verde europeo incluya el objetivo de acabar con la sobrepesca de aqui a 2020.
"Estamos satisfechos porque el Pacto Verde asume grandes compromisos en términos de ambición, pero debemos asegurarnos de que los océanos están en el centro del acuerdo. Porque son esenciales para la vida en el planta", explicaba Rebecca Hubbard, activista de "Our Fish".
Ya en el interior del edificio, el belga Charles Michel se estrenaba como presidente del Consejo.
"La neutralidad climática es un objetivo muy importante y queremos enviar una señal muy fuerte de cara al futuro. Y sabemos que va a requerir una gran inversión en términos de investigación e innovación", explicaba Michel a su llegada a la cumbre.
Pero tres países amenazan con bloquear el acuerdo: Hungría, Polonia y la República Checa, que piden más fondos para la transición energética, y también que la energía nuclear forme parte del paquete.
"Si queremos alcanzar la neutralidad de carbono, debemos entender que cada Estado miembro tiene un punto de partida diferente", ha dicho Andrej Babis, primer ministro checo. "Por tanto, el coste para alcanzar la neutralidad no es el mismo. Para la República Checa será de entre 30 y 40 mil millones de euros".
También un grupo de agricultores se han manifestado frente al Consejo en defensa de la Política Agrícola Común. Y tampoco por casualidad. En esta cumbre también se debate sobre el futuro marco presupuestario europeo. Y se perfilan recortes en el horizonte.
España llega a la cumbre con dos ambiciones.
La primera relativa a los presupuestos. El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, quiere que se preserven al máximo las partidas destinadas a la agricultura y a los fondos de cohesión... aún y a sabiendas de que los recortes serán difíciles de evitar tras el hueco que la salida de Reino Unido deja en las finanzas.
La segunda tiene que ver con el cambio climático. España es uno de los países más ambiciosos. Apoya el objetivo de la neutralidad climática para 2050 y defiende también la propuesta de crear un mecanismo de control de carbono para las importaciones.