Los activistas denuncian que el sector aéreo ha recibido "miles de millones de ayudas durante la crisis de la COVID sin ninguna contraprestación social o ecológica"
Incursión ecologista en el aeropuerto de París Charles de Gaulle para denunciar la política del Gobierno francés y pedir una reducción del tráfico aéreo.
Activistas de Greenpeace se subieron a un Boeing 777 de la compañía Air France con pancartas que preguntaban "¨¨¿Hay un piloto para salvar al clima?" mientras otros pintaban el avión del simbólico color verde.
Sarah Fayolle, activista de Greenpeace Francia, justificaba así esta acción.
" Sabemos que la situación hoy en día es muy complicada para los empleados del sector aéreo pero no hay que perder de vista que es por culpa del Gobierno y de los responsables de las grandes empresas que gestionan estos temas. El sector aéreo y la industria aeronáutica han recibido ayudas públicas de miles de millones de euros en plena crisis de la COVID, sin ninguna contraprestación social o ecológica válida; y además eso no impidió que luego hubiese despidos."
Esta protesta tiene lugar en visperas de que el Gobierno francés empiece a estudiar el próximo lunes un proyecto de ley sobre el clima que recoge algunas de las propuestas impulsadas tras una consulta popular.