El hecho de que la dictadura reaccionara con fuerza, provocó grandes manifestaciones en los días siguientes. Las protestas se extendieron por todo el país. Hasta que el día de Navidad se produjo la ejecución de Ceaucescu y su esposa.
PUBLICIDADEs el 30 aniversario de la revolución de Timisoara que marcó el principio del fin de la dictadura de Ceaucescu en Rumanía. Un 15 de diciembre de 1989 miles de personas se concentraron contra el intento del dictador de echar al pastor de la iglesia húngara, László Tőkés. El sacerdote era todo un símbolo de la defensa de los derechos humanos por su protesta contra el proyecto de demolición de pueblos de Ceaucescu.
Al día siguiente, miles de personas se unieron de nuevo a la protesta anticomunista de forma masiva. El régimen tuvo que enviar al ejército para dispersar a la multitud.
Iván Barabás es uno de los periodistas que trabajaron en la grabación de los hechos: "Había una gran multitud en Timisoara. Las fuerzas del gobierno, los soldados se enfrentaron con los manifestantes en la Plaza de la Ópera. Se escucharon disparos, hubo peleas callejeras. Entonces decidimos parar la grabación y nos fuimos a un hotel. Alguien disparó desde la calle a nuestra habitación en el segundo piso. Fue un tiro directo, pero tuvimos suerte. Dispararon a la sombra de la cortina, entre mis colegas, el cámara y el reportero".
Otro de los testigos fue József László, el que era redactor jefe de la radio húngara Magyar Radio, recibió la crónica de un reportero de una radio comercial austriaca, y la emitió por la radio rápidamente. "Lo traduje del alemán y lo pusimos en el periódico del mediodía que tuvo un millón de oyentes en esa ocasión", destaca József László. "En las siguientes horas tuvo un efecto bomba: aproximadamente 40 canales de radio y televisión en el mundo nos pidieron este material, se demostró por primera vez que se disparó contra la multitud y en Timisoara estalló la revolución", apunta László .
El hecho de que la dictadura reaccionara con fuerza, provocó grandes manifestaciones en los días siguientes. Las protestas se extendieron por todo el país, llegaron hasta la capital donde se produjeron enfrentamientos el 21 de diciembre. Hasta que el día de Navidad se produjo la ejecución de Ceaucescu y de su esposa.