El Ejecutivo de Narendra Modi intenta frenar la ola de indignación de los musulmanes por una propuesta para cambiar la Ley de Ciudadanía y regularizar a extranjeros de otras religiones
Las autoridades indias cortan la red de internet y telefonía móvil. La medida del Gobierno afecta principalmente a varias zonas de Nueva Delhi, escenario de una escalada de protestas en los últimos días que también se extiende a otras regiones. La policía ha detenido este jueves a un cente nar de personas que han desafiado la prohibición de manifestarse decretada el día anterior.
La causa de la ola de indignación es una enmienda a la Ley de Ciudadanía presentada por el primer ministro Narendra Modi. En caso de ser aprobada, se permitiría regularizar a los inmigrantes llegados de Afganistán, Pakistán y Bangladés antes de 2014 y pertenecientes a las religiones cristiana, jain, hindú, sij, parsi y budista.
Los musulmanes del territorio lo consideran un intento del Ejecutivo nacionalista de crear un estado hindú, que además violaría la Constitución de carácter laico. Modi lo ha defendido como un gesto humanitario.