Con algo más de 9000 casos y 150 muertos, los distintos países de la región extreman las medidas de contención y aislamiento para evitar una propagación como la sufrida en Europa o Asia.
Como sucediera en Asia y después en Europa, el coronavirus comienza a crecer alarmantemente en Latinoamérica, mientras sus países refuerzan las medidas de contención y anuncian distintos planes económicos.
Venezuela, con más de 100 casos y tan solo un fallecido ya ha decretado la cuarentena nacional, y mantiene en funcionamiento tan solo los servicios básicos. Las imágenes de largas colas frente a los supermercados, hace escasos días tan sorprendentes, se repiten ahora en el país caribeño:
"Estamos en casa, cumpliendo la cuarentena, y salimos los adultos solamente a comprar", cuenta un ciudadano que guarda cola para comprar. "Pero no estamos trabajando".
El Salvador, con tan solo 13 casos, construye a marchar forzadas un nuevo hospital donde atender a las víctimas del virus, y también ha decretado la cuarentena nacional por espacio de 30 días. Las fronteras de este país permanecen cerradas, al igual que las de Colombia o Costa Rica, por tierra, mar y aire.
En Bolivia la cuarentena durará en principio hasta el 15 de abril, y sus ciudadanos podrán salir a caminar un día a la semana y solo por la mañana, mientras que el fin de semana no se podrá salir.
También las fronteras terrestres de Brasil están bloqueadas, y está prohibida la llegada al país de ciudadanos de un gran número de países europeos y asiáticos. Con más de 2600 casos y más de 60 fallecidos, Jair Bolsonaro se muestra contrario a un confinamiento masivo y apuesta por la reapertura de colegios y comercios, si bien la inmensa mayoría de gobernadores del país han hecho caso omiso al presidente y siguen las recomendaciones de la OMS.
Brasil es el país con más casos de contagiados y muertos de todo Latinoamérica, seguido de Ecuador y Chile, donde el presidente Sebastián Piñera anunciaba la semana pasada un desembolso de casi 11.000 millones de euros en la lucha contra el COVID-19.
En total, Latinoamérica cuenta ahora mismo con más de 9000 casos y más de 150 muertos. El rápido aumento de estos números, no obstante, parece inevitable.