El tiempo extremo en Europa ha causado miles de muertos y ha sacudido la economía, ¿será el legado sombrío de 2025?
Personas aferradas a las copas de los árboles para seguir con vida, miles de viviendas derrumbándose y carreteras que se transforman rápidamente en ríos de barro.
Estas imágenes inquietantes no son una predicción distópica de lo que está por venir, son la realidad del tiempo extremo que atenaza al mundo con consecuencias mortales.
En Europa, las riadas repentinas, las olas de calor mortales, las sequías y los incendios récord marcaron 2025, una herencia de la que aún intenta recuperarse.
Pero los expertos advierten de que estos fenómenos probablemente se convertirán en la "nueva normalidad" si no se toman medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se liberan a la atmósfera.
¿Es el cambio climático responsable del tiempo extremo?
Aunque los científicos evitan atribuir responsabilidad a episodios concretos de tiempo extremo, existe un amplio consenso en que el cambio climático alimenta su frecuencia y su intensidad.
Por cada aumento de 1ºC en la temperatura del aire, la atmósfera puede contener alrededor de un siete por ciento más de humedad, lo que puede provocar lluvias más intensas y abundantes.
"El cambio climático de origen humano implica que el tiempo veraniego se produce sobre un clima de fondo más cálido", explica el National Centre for Atmospheric Science.
"Con cada grado de calentamiento del clima terrestre, se prevé que la frecuencia y la intensidad de las olas de calor empeoren."
El tiempo extremo en Europa en 2025
2025 arrancó con un inicio tormentoso, con vientos violentos que barrieron partes de Francia. Las regiones del norte, como Charleville-Mézières, Châlons-en-Champagne y Bar-le-Duc, fueron las más afectadas, con rachas frecuentes que alcanzaron los 110 km/h.
Para la primavera, el tiempo extremo había golpeado a varios países europeos. Decenas de personas fueron evacuadas en el centro y el norte de España por la tormenta Martinho, mientras que las peores inundaciones en tres décadas paralizaron la histórica mina de sal de Praid. Cientos de personas quedaron desplazadas, con sus viviendas dañadas tras días de lluvias torrenciales y vientos fuertes.
Pero fue en los meses de verano cuando la situación se disparó. El calor extremo batió récords de temperatura en todo el continente, incluso muy al norte, en el habitualmente frío Círculo Polar Ártico, donde un calor "verdaderamente sin precedentes" superó los 30ºC en 13 días de julio.
Finlandia soportó tres semanas seguidas con 30ºC y tuvo dificultades para afrontar unas condiciones abrasadoras.
Una pista de hielo en el norte del país abrió sus puertas a quienes buscaban refugio del calor, mientras los hospitales locales se desbordaban. La ola de calor también suscitó preocupación por el bienestar de los renos, en riesgo de sobrecalentarse.
Más al sur, los europeos padecieron temperaturas por encima de 40ºC, lo que empujó a decenas de países a la sequía. El calor intenso se convirtió pronto en una emergencia continental, con varios países emitiendo avisos sanitarios y de riesgo de incendios forestales.
La Consejería de Sanidad madrileña pidió evitar el sol en la medida de lo posible y prestar especial atención a mayores y embarazadas, mientras que las autoridades francesas ordenaron que las piscinas públicas fueran gratuitas para ayudar a los residentes a refrescarse.
En Italia entraron en vigor prohibiciones de trabajo al aire libre en las horas de más calor. Y en Grecia se cerraron temporalmente grandes atracciones turísticas.
Pero las muertes por calor extremo siguieron produciéndose y acabaron por copar titulares. Montse Aguilar, una limpiadora de calles de 51 años en Barcelona, se desplomó en la vía pública tras soportar unos extenuantes 35ºC mientras la ciudad estaba en alerta alta.
La muerte de Aguilar desencadenó protestas locales, con cientos de compañeros y ciudadanos preocupados marchando por el centro de Barcelona con pancartas que decían "El calor extremo también es violencia laboral".
¿Cuántas personas murieron por el calor extremo?
Investigadores del Imperial College London y la London School of Hygiene & Tropical Medicine analizaron 854 ciudades europeas y concluyeron que el cambio climático fue responsable del 68 por ciento de las 24.400 muertes por calor estimadas este verano, al haber elevado las temperaturas hasta 3,6ºC.
Los países más golpeados por una sola ola de calor fueron Rumanía, Bulgaria, Grecia y Chipre, donde entre el 21 y el 27 de julio se produjeron unas 950 muertes por calor, con temperaturas hasta 6ºC por encima de la media. Eso supone unas 11 muertes diarias por millón de habitantes.
Las capitales europeas con más muertes per cápita fueron Roma, Atenas y Bucarest. Los autores del estudio señalan que refleja su exposición a algunos de los episodios de calor más extremos en Europa, pero apuntan que también influyen otros factores, como la preparación, la demografía y la contaminación del aire.
En el conjunto de las 854 ciudades, el cambio climático estuvo detrás de 4.597 muertes por calor estimadas en Italia, el mayor total. También causó 2.841 en España, 1.477 en Alemania, 1.444 en Francia, 1.147 en el Reino Unido, 1.064 en Rumanía, 808 en Grecia, 552 en Bulgaria y 268 en Croacia.
Un análisis de World Weather Attribution (WWA) concluyó además que el cambio climático hizo que las condiciones que alimentaron incendiosen Portugal y España fueran unas 40 veces más probables.
En España se han quemado más de 380.000 hectáreas desde el inicio de 2025, casi cinco veces la media anual. En Portugal se han perdido más de 260.000 hectáreas. Eso equivale a cerca del tres por ciento de la superficie del país y triplica la superficie media que arde por incendios en un año.
Al menos ocho personas murieron en los incendios, mientras que decenas de miles se vieron obligadas a evacuar.
Cómo afecta el tiempo extremo a la economía europea
Los expertos advierten de que el tiempo extremo de este verano provocó pérdidas económicas a corto plazo de al menos 43.000 millones de euros, con unos costes totales que podrían alcanzar los 126.000 millones en 2029.
Un estudio publicado en septiembre, dirigido por la doctora Sehrish Usman en la Universidad de Mannheim en colaboración con economistas del Banco Central Europeo (BCE), concluyó que las olas de calor, las sequías y las inundaciones afectaron a una cuarta parte de todas las regiones de la UE durante el verano de 2025.
Las pérdidas inmediatas ascienden al 0,26 por ciento de la producción económica de la UE en 2024, pero los autores del estudio subrayan que estas estimaciones probablemente sean conservadoras, ya que no incluyen impactos compuestos cuando los fenómenos extremos se producen de forma simultánea, como olas de calor y sequías.
Tampoco incluyen el coste de riesgos como los incendios, que batieron récords en toda Europa este año, ni los daños por granizo y viento causados por las tormentas.
¿Qué países sufrieron el mayor golpe económico?
Italia sufrió uno de los mayores retrocesos económicos, con pérdidas previstas de 11.900 millones de euros en 2025, que subirían a 34.200 millones en 2029. Francia le siguió con más de 10.000 millones en daños inmediatos y 33.900 millones antes de final de década.
España estuvo entre los países más afectados, donde los investigadores identificaron los tres tipos de fenómenos extremos. Sus pérdidas totales estimadas fueron de 12.200 millones de euros en 2025 y 34.800 millones en 2029.
¿Será peor el tiempo extremo en 2026?
Mientras Europa intenta recuperarse de estos episodios, los científicos prevén que 2026 será uno de los años más calurosos desde 1850.
La temperatura media global más reciente publicada por la Met Office del Reino Unido advierte de que 2026 probablemente se convierta en el cuarto año en el que la media mundial suba 1,4ºC sobre el nivel preindustrial.
"Los tres últimos años probablemente hayan superado 1,4ºC y esperamos que 2026 sea el cuarto consecutivo", afirma el profesor Adam Scaife, que lideró el equipo responsable del pronóstico global.
"Antes de este repunte, la temperatura global no había superado 1,3ºC."