Originalmente la capital de Hungría quería abrir un cafe y una sala de exposición en su planta baja. Pero entonces llegó el coronavirus así que decidieron adaptar el espacio para las personas más necesitadas.
Originalmente la ciudad de Budapest quería abrir un cafe y una sala de exposición en este lugar. Pero entonces llegó el coronavirus, así que decidieron adaptar el espacio para las personas sin hogar. Un gesto simbólico tomó un fuerte significado durante la pandemia. La planta baja del Ayuntamiento ahora tiene una misión, al menos para la Fundación Menhely, una ONG que ayuda a personas en dificultades.
En estos tiempos, los refugios no han aceptado nuevo residentes por miedo a contagios. Uno de los representantes de la ONG Zoltán Gurály explica a Euronews la situación de los refugios en Hungría.
"La situación en los albergues es muy diferente a la de un hogar. Es muy diíficil mantener la distancia, por lo que la mayoría se mantienen cerrados. Esto significa que los que están adentro se quedarán adentro, recibirán tres comidas al día pero no pondrán salir",dijo.
Algunos intentan en vano ingresar para obtener un plata de comida, el cierre de estos centros permenece indefinido.
Pero después de la apertura del refugio del Ayuntamiento hace dos semanas, las personas que pernoctan aquí tienen la oportunidad de regresar. La oficina del alcalde también está trabajando para que los controles de sanidad y el equipo de protección sean más seguros
"Se han realizado cerca de 5.000 pruebas de coronavirus entre las personas sin hogar y el personal que los atiende. Asimismo, estamos trabajando para aliviar la congestión del lugar y proteger a estas personas de correr un riesgo especial debido a la edad o por enfermedades crónicas", explicó el consejero del alcalde de Budapest Bálint Misetics
Según cifras de la Funación Menhely, el número de personas sin techo infectadas por coronavirus en Hungría continúa particularmente bajo gracias a estas medidas.