El aumento de fallecidos en Brasil obliga a entierros casi industriales. El protocolo de uso de cloroquina contra el COVID de Bolsonaro sigue despertando polémica entre la clase médica.
PUBLICIDADVila Formosa, en el estado de Sao Paulo, es el cementerio más grande de Iberoamérica. A pesar de ello, su personal trabaja a destajo, como en una producción en cadena, para hacer frente a la oleada de fallecimientos, cerca de 19.000 en todo Brasil, provocados por pandemia. Las condiciones de los entierros son extremadamente dursa para los allegados de las víctimas.
Entierros de cinco en cinco
"Llaman a la gente de cinco en cinco para enterrar de cinco en cinco", explica Flavia Dias, amiga de la hija de un fallecido. "No tenemos derecho a velatorio, no tenemos derecho a nada. El cuerpo sale del hospital y viene directamente aquí. No tenemos derecho a vestir al finado, ni a darle un entierro digno".
El Gobierno de Jair Bolsonaro atribuye al clamor popular el polémico decreto que autoriza el uso de un antipalúdico, la cloroquina incluso para pacientes con síntomas leves, a pesar de que su eficacia no ha sido demostrada.
La cloroquina, una droga "prometedora"
"No estamos hablando de una guerra en la que hay que conceder el derecho que es reclamado por los brasileños de recibir una medicación que en varios estudios clínicos se ha mostrado prometedora, aunque aún haya pocos estudios en el mundo", aseguraba Mayra Pinheiro, Secretaria de Gestión de la Salud y educación sanitaria del Ministerio de Salud.
El nuevo protocolo ha sido firmado por el tercer ministro de Sanidad en un mes. Varias asociaciones médicas habían desaconsejado el uso de esta sustancia también por el riesgo de graves efectos colaterales, como las arritmias cardíacas.
Brasil cuenta con casi 300.000 casos confirmados. Tras su enfrentamiento con gobernadores y alcaldes por presionar para la reapertura de la actividad económica, este jueves Bolsonaro ha bajado el tono y ha pedido a Parlamento y autoridades diálogo para combatir la pandemia.
Precisamente este miércoles murió el diputado brasileño Gil Vianna por coronavirus tras someterse a un tratamiento con cloroquina en Rio de Janeiro. Vianna pertenecía al Partido Social Liberal de Bolsonaro.