El primer ministro indio, Nerenda Modi, ha anunciado 132 millones de dólares para restaurar las zonas devastadas
Si ya era difícil la vida en este campo de refugiados rohingyá en Bangladesh, el ciclón Amphan la ha complicado aún más.
La tormenta, la más potente que ha azotado la región en más de una década, duró casi 11 horas causando incontables daños en los cultivos y cobertizos, inundados y sin luz.
El superciclón ha dejado ya más de 106 muertos a su paso por las costas de la Bahía de Bengala. Al menos 26 de ellos en Bangladesh, donde algunos distritos no fueron evacuados por no ser áreas a las que suelan afectar las tormentas.
El número de víctimas ha ido en aumento en los últimos dos días a medida que las labores de rescate avanzan y se restablecen las comunicaciones en las áreas más inaccesibles.
En India, el país más afectado, el primer ministro Narendra Modi ha anunciado ayudas por unos 132 millones de dólares para la restauración de las zonas afectadas tras presenciar in situ la catástrofe.
El estado indio de Bengala se ha llevado la peor parte, con accidentes por el derribo de árboles, edificios y cableado eléctrico.
Cerca de 3 millones de personas a ambos lados de la frontera pudieron ser evacuadas evitando una catástrofe como la que dejó nueve mil muertos en 1999.