La nueva propuesta trata de convencer a los frugales ofreciéndoles un recorte en las transferencias del 22%. Una cifra difícil de digerir para España e Italia. Pero en Bruselas se respira voluntad de acuerdo.
PUBLICIDADLos líderes europeos tienen una nueva propuesta sobre la mesa. Y una vez más se rebaja la cantidad de dinero que se entregaría en forma de subsidios a fondo perdido. De los 500.000 millones de euros iniciales se pasaría a 390.000 millones.
Es ya el cuarto día de negociaciones y, tras una noche en blanco, la jornada empezaba con voluntad de acuerdo pese a la tensión latente.
"Hay espíritu de compromiso", decía el presidente francés. "Hemos pasado momentos muy tensos y todavía viviremos situaciones difíciles", recordaba Emmanuel Macron, uno de los líderes que había alzado el tono durante las negociaciones nocturnas.
La nueva propuesta es difícil de digerir para España y para Italia que ven rebajadas sus expectativas. Pero también obliga a los holandeses y a los austríacos a ir más allá de lo que defendían. Aunque han coseguido una compensación: aumentar sus cheques de reembolso.
Anoche, al término de las conversaciones, el primer ministro neerlandés no parecía dispuesto a dar su brazo a torcer. "Estamos luchando para que haya reformas claras, si fuera necesario, en todos los Estados miembro", dijo Mark Rutte. Pero trató de quitar hierro a las tensiones vividas: "Estamos todos negociando en una situación muy difícil para Europa, así que todos somos susceptibles de pasar por un momento de agitación".
La condicionalidad también aparece en la nueva propuesta. No incluye la unanimidad que exigía Países Bajos, pero sí un freno de emergencia para detener la entrega de las ayudas en caso de que el país receptor se desvíe de los objetivos.
Las negociaciones continúan y parece que todos son conscientes se que este fondo es vital para relanzar la economía, pero también para determinar el rumbo que tomará la Unión Europea. Nunca antes se había hablado de compartir la deuda.