Siria y el grupo chií libanés Hizbulá quedan exonerados de una "participación directa" en el asesinato del ex-primer ministo de el Líbano en 2005
El ex primer ministro libanés Saad Hariri escuchó con atención el veredicto sobre el asesinato de su padre, el ex primer ministro libanés Rafik Hariri en un atentado con bomba en 2005.
Después de una investigación y un juicio que duró años, el Tribunal Especial para el Líbano, respaldado por la ONU, concluyó que hubo conspiración política para cometer el asesinato, pero que sólo hay pruebas suficientes para condenar a Salim Hamil Ayyash, presunto miembro del grupo islamista chií libanés Hizbul:
La corte declaró a Salim Ayyash culpable como coautor de cinco cargos relacionados con su participación en el atentado suicida con un camión- bomba, en el que murieron Hariri y otras 21 personas y 226 resultaron heridas frente a un hotel de Beirut.
No es probable que cumpla su condena, ya que Hizbulá no ha entregado a ningún sospechoso.
Tampoco se han encontrado pruebas suficientes de que Siria o la milicia estuvieran directamente involucradas en el atentado.
Tras conocer el veredicto, Saad Hariri ha dicho que lo acepta, pero que “es hora de que Hizbulá asuma su responsabilidad":
"El tribunal ha pronunciado su sentencia. En nombre de la familia del difunto primer ministro Rafic Hariri y en el de los familiares de los mártires y víctimas, aceptamos el fallo del tribunal".
Cuando se anunció el veredicto, Rahia Hariri, hermana del difunto Primer Ministro, hizo una visita a su tumba.
La sentencia podría inflar aún más las tensiones en el Líbano, quince días después de la explosión en el puerto de Beiru,.
El partido suní de Hariri, ha hecho un llamamiento a la calma y ha dado “instrucciones estrictas” a sus seguidores para evitar toda reacción violenta en las calles libanesas.