Miles de personas mantienen el pulso contra el primer ministro, Benjamin Netanyahu, en Israel, en la décima semana de manifestaciones. Las más multitudinarias registradas en el país desde 2011.
PUBLICIDADMiles de personas mantienen el pulso contra el primer ministro Benjamin Netanyahu en Israel, en la décima semana de manifestaciones. Las más multitudinarias registradas en el país desde 2011.
Los manifestantes piden la dimisión del mandatario por su juicio por corrupción y la gestión que ha hecho de la pandemia de coronavirus. Según los medios israelíes, unas 20.000 personas marcharon por el centro hasta congregarse en la residencia del primer ministro. El escenario central de estas protestas que marcan el verano en el país.
La policía desplegó también un amplio dispositivo de seguridad ante la expectativa de que la movilización fuera concurrida, tras días de polémica por los enfrentamientos de la semana pasada, cuando hubo varios episodios violentos y se acusó a agentes de hacer un uso excesivo de la fuerza contra algunos manifestantes.
Las marchas han reunido tanto a jóvenes, como a familias y a personas mayores. Un movimiento heterogéneo que busca la renuncia de Netanyahu. Por su parte, el mandatario ha dicho que no va a dimitir y afirma que las protestas están instigadas por la izquierda y los medios de comunicación.
La confianza pública en el Gobierno se ha visto minada por la crisis económica que azota al país, con una alta tasa de paro, que ronda el 21 %. Una situación agravada por la segunda ola del coronavirus. El país sigue registrando alrededor de 2.000 contagios diarios.