Más de 13 000 migrantes que vivían en el campamento de Moria, que ha quedado completamente destruido por el gran incendio que comenzó a primeras horas de este miércoles, buscan refugio, comida y agua.
PUBLICIDADEl fuego devora el gran campo de refugiados de Lesbos. Más de 13 000 migrantes que vivían en el campamento de Moria, que ha quedado completamente destruido por el gran incendio que comenzó a primeras horas de este miércoles, buscan refugio, comida y agua. Las autoridades temen que se hayan producido víctimas mortales y heridos graves. Se ha declarado el estado de emergencia en la isla griega. Los servicios sanitarios tratan de identificar a los 35 migrantes que dieron positivo en las pruebas de coronavirus y a sus contactos para aislarlos, al tiempo que tratan de prestar asistencia médica al resto.
"Estamos muy preocupados. No hay coordinación para cubrir las primeras necesidades básicas. Los migrantes se encuentran dispersos en varios sitios de la isla. Nuestra prioridad, en estos momentos, es localizar y proteger a los grupos vulnerables, a las personas con problemas de salud y a las personas que se han contagiado o tienen relación con posibles casos de coronavirusas", declara Christina Psarra, miembro de la organización Médicos Sin Fronteras.
En un tuit, el vicepresidente de la Comisión Europea asegura que el organismo comunitario está preparado para ayudar al país mediterráneo. La Comisaria de Asuntos Internos, Ylva Johansson, ha señalado que el alojamiento y el transporte de personas sin acompañamiento se financia directamente. El incendio se produjo tras la negativa a ser aislados de los migrantes y refugiados que habían dado positivo en las pruebas de coronavirus o habían sido detectados como casos de contacto. Un grupo de migrantes trató de sacarlos del campo de Moria por miedo a contagiarse y se produjeron enfrentamientos. Se produjeron algunos incendios que se propagaron rápidamente y convirtieron, en cenizas, el mayor campamento de Europa.