El trágico incendio que ha borrado del mapa el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, sacude conciencias en Europa, donde ONGs y movimientos sociales de distintos países exigen a sus Gobiernos que ayuden a realojar a las más de 13.000 personas que vivían allí.
El trágico incendio que ha borrado del mapa el campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, sacude conciencias en Europa, donde ONGs y movimientos sociales de distintos países exigen a sus Gobiernos que ayuden a realojar a las más de 13.000 personas que vivían allí. Decenas de sillas vacías en una céntrica plaza de Francfort simbolizan que allí hay sitio para todos. Un mensaje que el Gobierno alemán dice entender, por boca de su ministro de Exteriores, Heiko Maas:
"La pregunta es, ¿cómo podemos ayudar allí ahora? ¿Qué pasará con los refugiados? Y creo que la Unión Europea, en su conjunto, tiene una responsabilidad en este sentido. Hemos ayudado en el pasado y también ayudaremos ahora. Y no dejaremos a Grecia sola con esta situación ni tampoco dejaremos sola a la gente del campamento", afirmaba Maas.
Noruega también están buscando el modo de ayudar. Su primera ministra, Erna Solberg, ha acelerado los planes para acoger a más refugiados procedentes de los campamentos en Grecia:
"Puedo confirmar que hemos decidido traer a 50 personas del campo de Moria o de Grecia, principalmente a familias con niños, para procesar su solicitud. Lo anunciamos antes del verano, y comenzaremos a hacerlo ahora debido a la situación en el campamento", anunció Solberg.
Francia, por su parte, afirma que ha recogido el guante y actuará en consecuencia: "Francia nunca ha eludido sus responsabilidades. Al contrario, siempre ha tomado la iniciativa en Europa para encontrar soluciones a los dramas que han surgido a sus puertas", comentaba Gabriel Attal, portavoz del Ejecutivo francés.
Las llamas aún se podían ver 24 horas después de que el fuego inicial arrasara el campo de Moria. Grecia busca desesperadamente un alojamiento alternativo para miles de familias que, de la noche a la mañana, han vuelto a perderlo todo.