Testimonios del horror en Charlie Hebdo. Los supervivientes han relatado con crudeza en el juicio cómo fue la matanza terrorista en la revista satírica francesa, con una mezcla de sufrimiento y culpabilidad que sacudió a todos los presentes
Todo el horror y el sinsentido de la masacre terrorista en la revista satírica francesa Charlie Hebdo fue desgranado este martes por los supervivientes. Sus testimonios, en el quinto día del juicio, fueron crudos, desgarradores y muy difíciles de soportar para las familias de las diez personas que los hermanos Kouachi asesinaron fríamente aquel 7 de enero de 2015.
Coco cuenta cómo introdujo el código para abrir la puerta amenazada por un kalachnikov
La caricaturista Corinne Rey, conocida como 'Coco', contó cómo fue ella quien introdujo el código en la puerta y permitió que los terroristas islamistas penetraran en la revista y cometieran la matanza. Lo hizo, aterrorizada, bajo la amenaza de un kalachnikov.
Pensando que eran sus últimos minutos de vida, se arrodilló y puso las manos en la cabeza. "Pensé que moriría, ejecutada", contó. Durante mucho tiempo, la culpabilidad la atormentó.
"Su testimonio fue desgarrador -afirma la abogada de Coco, Marie-Laure Barré-. Como ella misma dijo, durante varios años no pudo hablar de ello. Hoy ha sido la primera vez que ha podido relatar lo que vivió".
Virginie Chapel trabajaba en una oficina en la que los terroristas entraron antes por error.
"Vi a Chérif Kouachi delante de mí, cada vez más enfadado, que me preguntaba dónde estaba Charlie, si aquello era Charlie -explica-. Le dijimos que no era allí. Se enojó y disparó. Envié un mensaje a mi hijo y a mi marido porque pensé que íbamos a morir. Después escuchamos disparos espaciados. Fue terrible porque hubiéramos podido contarlos".
Tiros "como golpes secos" y después, "un silencio de plomo" y diez cuerpos sin vida, entre ellos, los de los caricaturistas emblemáticos Charb, Cabu y Wolinski, asesinados por publicar las caricaturas del profeta Mahoma.
La policía mató a todos los autores. En el banquillo se sientan 14 hombres acusados de proporcionar armas y apoyo logístico para esta matanza que conmocionó a Francia.