¿Un alto el fuego humanitario en Nagorno Karabaj?
Poco o nada ha trascendido de las primeras conversaciones entre Armenia y Azerbaiyán para negociar un alto el fuego humanitario tras dos semanas de combates en Nagorno Karabaj. La cita, a cara de perro, está auspiciada por Moscú y a ella han acudido los ministros de Exteriores de estas antiguas repúblicas soviéticas vecinas y enemigas históricas. Sin embargo, poco se espera de ella mientras el Ejército azerí recupera día tras día parte del terreno que perdió en la guerra librada tras la desintegración de la Unión Soviética.
Desde entonces, Nagorno-Karabaj, un enclave de población armenia en suelo azerí, había gozado de una independencia de facto gracias al apoyo militar de Armenia, cuyo primer ministro, Nikol Pashinián, multiplica los llamamientos a la comunidad internacional para que imponga un alto el fuego. Sin embargo, el presidente azerí, Ilham Alíev, no está por labor. Tras rearmar y modernizar su Ejército con el maná del petróleo, no contempla otra opción que recuperar manu militari un territorio que la comunidad internacional reconoce como de Azerbaiyán.