Nueva fase en el pulso entre la oposición bielorrusa y el régimen de Alexandr Lukashenko. Tras la gran manifestación que recorrió el domingo las calles de Minsk, hubo más de cien mil personas, este lunes ha comenzado una huelga nacional convocada por la líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya...
PUBLICIDADNueva fase en el pulso entre la oposición bielorrusa y el régimen de Alexandr Lukashenko. Tras la gran manifestación que recorrió el domingo las calles de Minsk, hubo más de cien mil personas, este lunes ha comenzado una huelga nacional convocada por la líder opositora, Svetlana Tijanóvskaya, para forzar la renuncia del mandatario, que lleva 26 años en el poder.
Desde su exilio europeo, donde ha recabado apoyos de Gobiernos e instituciones, Tijanóvskaya dio un ultimátum a Lukashenko para q ue presentara su dimisión, acabara con la represión de las protestas y liberara a todos los presos políticos. Tras concluir el plazo, la líder opositora pretende paralizar el país.
La oposición bielorrusa acusa al presidente de haber sido reelegido mediante un pucherazo en las elecciones del pasado mes de agosto. Lukashenko, que cuenta con el respaldo de Moscú, ha reprimido con dureza las manifestaciones multitudinarias en su contra. En la del domingo, las fuerzas del orden amenazaron con utilizar fuego real contra los manifestantes. Hubo numerosas detenciones.
Hasta el momento, el mandatario ha hecho caso omiso a las presiones y a las sanciones impuestas por la Unión Europea y otros países occidentales.