A pesar de que el Gobierno advirtiera el posible uso de balas reales durante las manifestaciones, decenas de miles de bielorrusos salieron a protestar este domingo como ya es tradición. La líder la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, también intenta acorralar al presidente desde Lituania.
En Bielorrusia, el Gobierno ha advertido que la policía no dudará en utilizar balas reales durante las manifestaciones. Pero a pesar de la amenaza, decenas de miles de bielorrusos salieron a protestar este domingo al sur de Minsk contra el presidente Alexandr Lukashenko.
La determinación de los asistentes desató un violento operativo policial, con el uso de cañones de agua y granadas de sonido. Al menos 100 personas fueron detenidas.
Medios internacionales aseguran que fue la represión más brutal en semanas de manifestaciones. Sin embargo, no se reportó el uso de munición real durante la jornada.
La advertencia del Gobierno de Lukashenko representa una nueva escalada de las tensiones en el país. Su excontrincante en las elecciones y líder de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya, también comienza a presionar desde su exilio en Lituania.
Le ha dado un ultimatum a Lukashenko. El presidente de 66 años tiene hasta el próximo domingo para presentar su renuncia o si no Tijanóvskaya llamará a la huelga general en Bielorrusia.