El Reino Unido apuesta por cribados masivos mientras Francia y Suiza comienzan a notar la presión hospitalaria
Francia
Después de un fuerte aumento de infecciones y muertes en los asilos franceses, el Gobierno está desplegando pruebas rápidas de antígenos en todo el país.
El personal de las residencias de ancianos será examinado al igual que los residentes. El Ministro de Salud prevé limita las visitas de familiares.
"Las pruebas de antígenos se están distribuyendo de forma masiva en todas las residencias de ancianos en nuestro país. Se han desplegado 800.000 pruebas de antígenos y estamos enviando 800.000 más. De modo que podemos confiar en estas pruebas siempre que sea necesario realizarlas entre el personal pero también entre los residentes, y así identificar si alguien es positivo y aislarlo del resto del grupo, para no tener que tomar medidas de contención demasiado estrictas como fue el caso la primavera pasada", explicaba en rueda de prensa el ministro de Sanidas de Francia Oliver Verán.
61 enfermos se han trasladado en aviones medicalizados desde mediados de octubre para descargar a los servicios sanitarios de las regiones más afectadas. Mientras tanto, el Ejército francés también se moviliza para ayudar a trasladar a los pacientes a las unidades de cuidados intensivos en las regiones menos afectadas.
Suiza
En Suiza, los hospitales están cada vez más saturados, más aún durante esta segunda ola. Una pequeña clínica ha llenado sus 10 camas aisladas en la unidad de cuidados intensivos. Sin embargo, siguen llegando más pacientes infectados.
Reino Unido
En el Reino Unido, Liverpool comienza el cribado masivo. El plan piloto llamado "operación moonshot" anima a aquellos que viven o trabajan en la ciudad a hacerse el test... Con o sin síntomas. Los resultados se darán en 20 o 30 minutos, lo que los servicios de salud esperan que dé una ventaja en la lucha contra la propagación.
Italia
En Italia, 16 millones de personas se ven afectadas por las últimas restricciones contra el coronavirus a medida que la pandemia se extiende por Europa. Milán, el anterior epicentro europeo de la primera ola, despertaba prácticamente vacío y en silencio en su primer día de restricciones el viernes.